Hay muchas frases hechas que en el mundo del fútbol carecen totalmente de sentido. Una de ellas dice, "en el Santiago Bernabéu no hay nada que perder y sí mucho que ganar". Los puristas dirían que nada más y nada menos que tres puntos. Es la pura realidad. En la tabla de la clasificación al término de la temporada los puntos a disputar tienen el mismo valor en Soria o Pamplona que los peleados en Madrid o Barcelona. Ahora bien, ganar al poderoso, en este caso Real Madrid, tiene en el aspecto moral y mediático un plus añadido que no se puede desdeñar.
Llegan los dos equipos pletóricos de resultados. Invictos los de Juande Ramos en los últimos ocho encuentros y con la mirada de reojo en el partido del miércoles ante el Liverpool de Liga de Campeones. Los de Paco Chaparro, con 4 puntos de 2 partidos en el llamado Tourmalet. Será difícil la sorpresa porque en las victorias se está fundamentando este Real Madrid que quiere construir Juande. Siempre hay que jugar y esperar al final el resultado, y aunque la empresa es tan difícil como complicada habrá que esperar a ese factor sorpresa que tantas veces juega al fútbol. También lo hemos visto muchas veces en el Santiago Bernabéu.