Jugadores y técnicos del Betis, por el Paseo Marítimo de Palma. (RBB)
LA PREVIA. Siete años y dos meses después de disputar su último partido en Europa, ante el Steaua de Bucarest, el Betis tiene hoy la inesperada y merecida posibilidad de retornar a esas competiciones que tanto lustre dan al historial de cualquier club que compita en ellas. La Liga Europa, el torneo antes conocido como Copa de la UEFA, es el tesoro que aguarda al conjunto verdiblanco esta misma noche en una isla, Mallorca, donde también le espera un enemigo que bajará a Segunda como pierda, lo cual complica sobremanera la faena. Casi tanto como el papel en esta historia del Rayo Vallecano, el único equipo que podría adelantar al Betis (aun en el caso de que venza en el Iberostar Estadio) pero sin permiso para ir a Europa a día de hoy.
Al igual que ocurrió con el ascenso de 2011, oficioso desde muy temprano pero no oficial hasta más adelante por un recurso del Granada, el retorno europeo del Betis va a estar rodeado de dudas más allá de las puramente deportivas. En teoría, el conjunto heliopolitano necesita dos puntos más para asegurar Europa. En la práctica, como prefiere pensar Pepe Mel, no habrá nada definitivo hasta que el Comité de Segunda Instancia de la Federación estime o desestime el recurso del Rayo contra la denegación de la licencia UEFA, que por cierto está por ver si recurre o no recurre. Si el Rayo obtuviese la autorización, que en principio se antoja improbable, el conjunto de La Palmera necesita cuatro puntos en las tres jornadas que quedan. El Betis rehúye estos jaleos y se concentra en sumar todo lo que pueda ante el colista de la Liga. Si gana, ya será imposible que lo atrapen el Sevilla y el Espanyol (47) y sólo estará al alcance del Rayo, que lo supera en el goal average particular.
Lo normal, viendo la clasificación y la racha del Mallorca (un triunfo y cinco derrotas en ocho jornadas), es que el partido parezca propicio para los intereses verdiblancos, pero el Betis no siente un gran respeto por la normalidad en general, y en sus choques en Palma, menos. Determinados episodios suyos en la isla más bien parecen una serie catastrófica de desdichas, como la película. Sólo hay que recordar aquel partido de la 2006-07 en el que encajó dos goles casi idénticos en los minutos 1 y 2 o aquel otro de la 2008-09 en el que iba ganando 0-3 a veinte minutos del final y acabó dejándose empatar. Y no hay que ir más allá de esta misma temporada, cuando el Mallorca venció en el Villamarín gracias al famoso penalti que no era penalti y que sólo vio Undiano Mallenco.
El Betis, a todo esto, sigue sin contar con Jorge Molina, Cañas, Perquis y Casto, a los que se unen Nosa, que será operado hoy del pubis, y Álex Martínez, con un fuerte proceso gripal, pero al menos recupera por sorpresa a Mario, víctima de un esguince de tobillo hace ocho días. El expedicionario más inesperado, en todo caso, es Molins. Mel mantendrá el 4-3-3 con Salva en lugar de Nosa y Pabón seguramente en el banquillo para tener al menos un delantero de recambio.
RCD MALLORCA: Aouate; Hutton, Geromel, Nunes, Kevin García; Martí, Pina; Víctor, Tissone, Giovani; y Hemed.
REAL BETIS: Adrián; Chica, Amaya, Paulao, Nacho; Beñat, Rubén Pérez, Salva Sevilla; Campbell, Juan Carlos y Rubén Castro.
Árbitro: Miguel Ángel Pérez Lasa (Colegio Vasco).
Escenario: Iberostar Estadio.
Hora: 22.00. TV: Cuatro.
