Álvaro Pérez, El Bigotes, escribió a sus contactos en la cúpula del PP para cobrar los 150.000 euros que el partido en Galicia debía a su empresa, Special Events, por organizarle mítines.
Según desveló Interviú, antes de tantear al presidente popular, Mariano Rajoy, Pérez escribió al entonces secretario general del partido y el actual presidente del PP-A, Javier Arenas. En la misiva a Arenas (de junio de 2003), El Bigotes lo tutea y le pide que interceda para que sus compañeros le paguen. "Lamento tener que enviarte de nuevo una carta por este motivo", afirma, aludiendo a la existencia de cartas anteriores.
El empresario le agradece su "afortunada intervención", gracias a la cual el PP de Galicia pagó 30.000 euros de la deuda, pero como faltaba dinero, Pérez escribe a Rajoy. Le indica que "de este asunto están puntualmente informados tanto el anterior secretario general Don Javier Arenas, que en su día dio instrucciones para que fuera solucionado, como Don Álvaro Lapuerta y Don Luis Bárcenas", ex tesorero del partido. Además, avisa a Rajoy de que la última gestión para cumplir con el pago la hizo Arenas, "que encargó a Luis Bárcenas la misión de solucionar de una vez por todas el problema del partido en Galicia".
Por otro lado, según desveló la Cadena SER, Special Events organizó dos actos del PP-A por el referéndum europeo de 2005. Tuvieron lugar el 14 de febrero en el Hotel Occidental de Sevilla y el 17 de ese mes en el Hotel Rallye de Granada, en un tour que visitó Madrid, Salamanca y Toledo. La empresa, según el sumario, lograba beneficios netos de hasta el 63% por cada actividad y corregía constantemente las facturas con añadidos.
Tras conocer estas informaciones, el líder del PP-A insistió en que no tiene "absolutamente nada que ver" con el caso Gürtel, advirtiendo de que llevará a los tribunales a aquel que le acuse. Insistió en que "todas y cada una de la cuentas del PP están claras de la A a la Z" y que el partido sólo tiene una contabilidad "A". El secretario de Comunicación del PSOE-A, Miguel Ángel Vázquez, sin embargo, le exigió que dimita de sus cargos públicos "si conocía lo que ocurría y no lo denunció". "No vale más esconderse detrás del burladero, si lo hace es que tiene algo que ocultar", retó.
En defensa de Arenas salió su antiguo secretario general, Juan Ojeda, quien dijo en la SER que en 1997 el presunto cerebro de Gürtel, Francisco Correa, le propuso que le contratase la celebración de sus actos, con ofertas "dos y tres veces más caras" de lo habitual. El PP no contestó y Correa comenzó a "presionar", fue "muy insistente". Ante esa presión, Arenas dijo a Ojeda que rechazase la oferta, que tomase "la más barata y la que más garantías diera". "Por eso estoy convencido de que Arenas no tenía ni tiene nada que ver", afirmó.
