I. C.
En torno a un millar de jóvenes volvieron a reunirse ayer para celebrar una botellona en el aparcamiento del Charco de la Pava, que en las últimas convocatorias ha sido el escenario fijo de estas celebraciones. El inesperado calor de los últimos días ha sido motivo suficiente para la reunión.
Los chavales comenzaron a acercarse a la explanada a media tarde, esta vez atraídos sólo por la repentina mejora del tiempo que se ha producido en los últimos días después de un fin de semana lluvioso. Ni siquiera les constaba que hubiese habido una convocatoria a través de internet, como en otras ocasiones, sino que muchos llegaban "porque lo estaban comentando en clase", explicaba una chica, estudiante de cuarto de ESO, que aprovechaba los últimos minutos porque tenía que marcharse a las siete de la tarde.
La Policía Local llegó a contabilizar en torno a un millar de personas en la explanada ya caída la noche, que se agrupaban en el perímetro del aparcamiento. Algunos patrulleros fueron enviados a la zona para controlar la fiesta, aunque la presencia policial fue mínima, ya que la botellona se estaba desarrollando sin ningún incidente, según informaron fuentes del Centro de Coordinación Operativa municipal, Cecop. "Está todo muy tranquilo", aseguraban desde el servicio de coordinación de emergencias.
La afluencia de chavales cargados de bolsas de plástico con botellas y hielo que se acercaban desde la Cartuja al Charco de la Pava tampoco obstaculizó la circulación de vehículos por la avenida de Carlos III, ya que los grupos que cruzaban la calle no eran demasiado numerosos.
La convocatoria se quedó lejos de la última botellona celebrada por los estudiantes en el Charco de la Pava, el pasado 14 de febrero, en la que se congregaron hasta 6.000 chavales según las estimaciones de la Policía. En esa ocasión sí hubo incidentes, ya que los agentes tuvieron que intervenir para disolver una pela que se había producido entre dos grupos de jóvenes.
