Hasta cerca de las 13.30 horas, el cauce del río no se estabilizó en 5,36 metros, una altura inusualmente alta pero controlada, según fuentes municipales. La culpa de ese aumento del nivel del río se debió, sobre todo, al agua desembalsada del pantano del Cordobilla y, en menor medida, a la tormenta que descargó sobre la localidad la noche del viernes al sábado.
El Ayuntamiento astigitano confirmaba que, sobre las 12.30 horas, reclamó a la Agencia Andaluza del Agua que dejara de verter agua del Cordobilla, ya que el Genil se había desbordado, aunque de forma controlada, en algunos puntos.
En el paseo del Parque de San Pablo, por ejemplo, el río ya llegaba al césped de la orilla, y la caseta que el club de piragüistas Los Papafrita tienen a pie del río tenía unos 20 centímetros de agua, por lo que los palistas habían retirado de allí gran parte de sus utensilios.
A última hora de la tarde de ayer, el caudal del Genil se situó en torno a los cinco metros de altura "y con tendencia a bajar", indicaron desde el Consistorio.
Pese a ello, los servicios de Bomberos de Écija y los voluntarios de Protección Civil permanecían en alerta ante cualquier amago de riada en el barrio de El Puente, el más cercano al río, y cinco familias fueron desalojadas de la zona más próxima al Genil en la pedanía de Isla del Vicario ante el riesgo de nuevas crecidas.
El deseo de que no lloviera más era común entre los muchos vecinos que curioseaban por el puente romano -que une la barriada Colonda con la de El Puente- y el puente de hierro, en la carretera que conduce a Palma del Río (Córdoba). En este último se encuentra el nivel que recoge las crecidas del Genil y envía los datos a la Agencia Andaluza del Agua.
