Un matiz que lo cambia todo. Las nuevas Reglas que la hermandad del Cerro del Águila someterá al refrendo de sus hermanos el próximo 18 de mayo ya no especificarán que hacen estación de penitencia a la Catedral con el Cristo del Desamparo y Abandono y la Virgen de los Dolores. Simplemente señalan: "con sus titulares". Este pequeño cambio "desbloquea jurídicamente" la futura incorporación de Nuestro Padre Jesús de la Humildad al cortejo del Martes Santo.
Y es que la hermandad sigue soñando con llevar algún día al Nazareno que talló Juan Manuel Miñarro hasta la Catedral en su estación de penitencia. No se ponen un plazo: "La junta de gobierno no tiene intención alguna de incorporar ahora un paso", aclara el hermano mayor, José de Anca. Pero sí desean evitar una nueva reforma de Reglas "en cuatro o seis años".
Los actuales estatutos de la corporación cumplen sus bodas de plata el próximo 15 de septiembre. "El objetivo es que no se necesiten otros nuevos en 25 años". Estas Reglas otorgaban el carácter penitencial a la hermandad. Hace sólo cinco años, tras un cabildo general, se hizo una ampliación en la que se incluyó al Señor de la Humildad como titular de la corporación y se incluyeron los cultos que anualmente se le dedican.
Ahora, con este cambio en la redacción del artículo referido a la estación de penitencia, se abre la puerta a que este titular, que actualmente no sale el Martes Santo, pueda hacerlo.
Tras el refrendo de los hermanos, que José de Anca da por hecho después de que no hayan presentado ninguna enmienda en el plazo establecido -el mes de febrero-, la junta de gobierno remitirá, el lunes 21, las Reglas al Palacio Arzobispal donde deben darles el visto bueno definitivo. En este caso, el hermano mayor también confía en superar este trámite sin dificultad, al menos que este artículo no sea motivo de "controversia". "En principio, esto no crea ninguna controversia jurídica. No es una hermandad nueva", recuerda.
Inmersos en las obras de la casa hermandad, principal proyecto patrimonial de la corporación actual, José de Anca posterga al menos al próximo mandato la incorporación del tercer paso al cortejo del Martes Santo. "Ahora no nos planteamos encargar un paso y todo lo que conlleva", como un almacén con las condiciones de seguridad y conservación adecuadas. Y destaca que el estilo del Cerro "no es hacer las cosas a la ligera". Aunque admite que la junta actual no se opone a que salga el Nazareno, "pero nuestra responsabilidad es lo que el tiempo y la hermandad requieren ahora mismo".
Tampoco los hermanos ni los vecinos verían con malos ojos esta salida que lleva barajándose varios años. "No voy a decir que el Señor de la Humildad despierta mucha devoción. Basta con ver cómo tiene su pie, completamente gastado por los besos y las caricias que la gente le da a diario. Esto algo quiere decir".
Un cortejo que llega a medir 1,5 kilómetros de largo y con cerca de dos mil nazarenos permite perfectamente encajar un tercer paso. Según las cuentas que había echado la anterior junta de gobierno, presidida por Adolfo López, sacar al Señor de la Humildad únicamente obligaría a la hermandad a "sumar un esfuerzo" que cifraron en adelantar la salida 15 minutos para que "se perjudique lo menos posible al resto de hermandades del Martes Santo", que, por otra parte, "entienden que hay barrio y cofradía de sobra para sacar un tercer paso".
Como el Cerro, las hermandades del Dulce Nombre, Monte-Sión y San Buenaventura llevan varios años trabajando en la salida de un nuevo paso en sus cortejos. Todas las corporaciones, cada una por un motivo, aunque en todas pesa actualmente la crisis económica, han postergado este importante estreno. La hermanad de San Lorenzo llegó a debatir en cabildo general la salida del Cristo del Mayor Dolor sobre un paso prestado. Pero los hermanos rechazaron esta posibilidad. La oposición de la comunidad franciscana impide, de momento, que el Cristo de la Salvación salga los Sábados Santos.
