Cultura

El cine muestra la realidad de América Latina

El chileno Pablo Larraín impacta con ‘Post mortem’, sobre el golpe de Pinochet

el 05 sep 2010 / 18:47 h.

El director Pablo Larrain, junto a sus actores.
El realizador chileno Pablo Larraín impactó ayer en el Festival de Cine de Venecia con Post mortem, una gélida autopsia del golpe de Estado vivido en Chile en 1973. Larraín nació en 1976 y, en consecuencia, no vivió el acontecimiento que más ha marcado la Historia de su país. "Es una materia que me interesa porque no logro comprender. No está resuelta desde mi perspectiva y esa no resolución me hace ir a ese lugar", explicó en Venecia, quien repite telón de fondo para su cine tras Tony Manero.
Ahora su visión del derrocamiento de Salvador Allende y el ascenso al poder de Augusto Pinochet "transita lo desideologizado", pues es "la historia de un ser humano que está profundamente enamorado, y cuya historia tiene una tensión con la Historia de Chile", describió. Y juega con el lenguaje, la vida y la muerte hasta crear "un espacio que no está en la lógica narrativa. Es más ambivalente y más vivo", explicó el cineasta sobre este filme, producido entre Chile, México y Alemania, que fue recibido con más congoja que aplauso.
Por otro lado, una historia de inmigración haitiana en la República Dominicana, las experiencias de varias parejas argentinas y la dejadez humana ilustrada en un corto con producción mexicana salieron ayer a escena en la Mostra. Estos tres asuntos son protagonistas de otras tantas producciones presentadas en la sección Horizontes: Jean Gentil, de Israel Cárdenas y Laura Amelia Guzmán (México, R.Dominicana y Alemania), En el futuro, de Mauro Andrizzi (Argentina), y Man in a room, de Rafael Palacio (México, EEUU y Suiza).
Jean Gentil narra la historia de un inmigrante haitiano en República Dominicana que se intenta ganar la vida como profesor de inglés y francés en Santo Domingo, pero al que las cosas no le terminan de ir muy bien e irá sumiéndose en un pozo del que cada vez le es más difícil salir, a pesar de la ayuda que le ofrecen.
Llevado por una gran fe religiosa que no le hace dejar de creer en Dios en ningún momento, el protagonista, llamado Jean Remy Genty, abandonará la capital dominicana, donde no encuentra trabajo, para huir al campo, donde parece encontrar un lugar en el que sentirse más cómodo. Jean Gentil, de casi 90 minutos de duración, es una película de realidad, pues no sólo la historia está basada en la vida de un profesor al que conoció Guzmán, sino que se interpreta a sí mismo en la gran pantalla, con su propio nombre.
Por su parte, En el futuro, de unos 50 minutos, recoge los testimonios de varias parejas heterosexuales y una homosexual de Argentina y las formas en las que éstas se relacionan.El medio-metraje, filmado en su mayor parte en blanco y negro, comienza con varios minutos de besos entre las distintas parejas que después terminarán contando sus experiencias en común, algunas banales, en primera persona.
"Creí que los besos eran una buena forma de presentar a las parejas. Creo que es algo como de siete u ocho minutos y está hecho para entrar en la película. Fue la primera imagen que tuve del rodaje y después las imágenes fueron apareciendo en mi mente. El proceso no fue muy lógico", comentó Andrizzi en una rueda de prensa. "Algunas son historias de amigos y otra, en concreto, de cuando era adolescente yo. Los actores también empezaron a improvisar sobre esas historias creadas. Es más improvisación y pura ficción", añadió.
Man in a room, corto en inglés de 6 minutos, muestra la historia de un chico encerrado en una sobria y pequeña habitación de un piso de Nueva York de la que no sale y en la que le hacen compañía puntualmente una prostituta, un ratón y una araña.

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