Una cámara en el ambulatorio del Polígono Sur.
El Colegio de Médicos de Sevilla reclamó ayer hacer extensivas a todos los centros de salud medidas de seguridad para evitar las agresiones al personal sanitario. Entre estas medidas, el presidente de la entidad colegial, Carlos González-Vilardell, se refirió a personal de seguridad o a la instalación de cámaras y timbres de alarma."Se han implantado medidas en los últimos años, como la consideración legal de estas agresiones como delito y no como falta para que acarreen penas de cárcel, pero no es suficiente: las agresiones no se reducen", lamentó ayer el presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Carlos González-Vilardell, en un acto en el club Antares.
Ante esta situación, aseguró, todos los centros de salud deberían tener sistemas de vigilancia: "Lo ideal sería que todos tuviesen, como en los hospitales, personal de seguridad, pero entendemos -añadió- que esta medida sería muy costosa si se generaliza, de modo que podría implantarse en algunos centros de salud y en el resto, colocar cámaras y timbres de alarma".
Un informe sobre agresiones a facultativos elaborado por el Colegio de Médicos de Sevilla y presentado en junio, concluyó que el 91% de estos episodios sucedía en los centros de salud, mientras que sólo el 7% en los hospitales y el 2% en centros privados.
González-Vilardell aseguró que ha solicitado a Salud una reunión para tratar este tema, aunque aún no ha tenido respuesta por parte de la administración. El presidente de los médicos sevillanos alertó también de que "no sólo se producen agresiones físicas sino que son mucho más frecuentes las amenazas, el insulto, la agresión verbal".
"Adoptar más medidas de seguridad para atajar este problema -argumentó Gónzález-Vilardell- no sólo es beneficioso para los médicos sino también para la administración sanitaria, porque estos episodios generan muchas bajas laborales y en no pocas ocasiones han obligado a Salud al traslado del profesional agredido a otro centro de salud".
El presidente del Colegio de Médicos de Sevilla abundó también en que el incremento de la feminización de la profesión médica puede convertirse en un factor que incremente el número de agresiones puesto que "la mujer es más vulnerable que el hombre a ser amenazada".
El informe del Colegio presentado en junio, estableció que las agresiones físicas suponían un 28% del total, mientras que el resto eran actitudes intimidatorias (26%) y, especialmente, amenazas verbales (44%). En los últimos cuatro años, el Colegio de Médicos de Sevilla ha contabilizado 600 episodios de violencia contra facultativos en la provincia a los que ha prestado asesoría legal.
Esta cobertura también la ofrece el plan contra las agresiones de la Consejería de Salud . El último balance realizado por este departamento fue el pasado mes de abril y se refería al primer trimestre de 2009. Sólo en esos tres meses, los tribunales de Sevilla ya habían emitido tres sentencias condenatorias por agredir a un médico y una de ellas consideró delito la agresión.
