Cofradías

El Consejo de Hermandades de Los Palacios y Villafranca dimite en pleno

Todos sus miembros dejan sus cargos por desavenencias con las hermandades palaciegas, como ya ocurrió en marzo de 2008. "Me estaba costando la salud", asegura Joaquín Castillo, el ya ex presidente.

el 06 oct 2010 / 16:44 h.

La junta superior del Consejo de Hermandades y Cofradías de Los Palacios y Villafranca dimitió en pleno al entregar una carta al párroco de Santa María la Blanca, José María Guzmán Sánchez de Alva, en la que explica los motivos. El ya ex presidente, Joaquín Castillo, manifestó que el puesto le estaba costando "la salud".

El órgano, que en teoría debería arbitrar y coordinar las acciones de las distintas corporaciones en el pueblo, sigue siendo un avispero en el que ninguna junta superior aguanta un mandato completo. La última, la que presidía Joaquín Castillo después de tomar el relevo de José Dorantes (que dimitió a su vez en marzo de 2008, una semana antes del Domingo de Ramos), acaba de tirar la toalla en pleno, cuando le faltaba más de medio año para cumplir el primer mandato, de tres. En la dimisión de hace dos años también se argumentó que las cofradías ni siquiera pagaban su cuota, pero el hasta ahora presidente aseguró que actualmente todas "están al corriente a pesar de la crisis".

De modo que las cofradías se quedan justo al comienzo de este curso litúrgico sin junta superior. "Creen que las cofradías son algo sólo suyo y que el consejo va a trastocarles sus planes", declaró el ex presidente a este periódico, bastante abatido por "el cúmulo de despropósitos" padecidos. "He sufrido dos infartos y no estaba ya dispuesto a que este cargo me costara la salud".

Le han acompañado en su dimisión todos los miembros de su equipo: el vicepresidente, Enrique González; el secretario, Antonio Parejo; y la tesorera, Dolores Pérez. Ni el que fuera presidente ni éstos quisieron entrar en valoraciones de determinados hermanos mayores ni esclarecer cuál fue la gota que colmó el vaso de su paciencia, si bien reconocieron que, en "el ambiente bastante enrarecido" en el que el consejo tenía que realizar sus funciones, los distintos representantes de las cofradías no consiguieron ponerse de acuerdo "nunca" en establecer fechas de actos y cultos para sus respectivas hermandades, de manera que no se solapasen unas a otras. "Pusimos una fecha el pasado mes de junio para presentar un calendario, pero sólo una cumplió el plazo, y luego otra se empecinó en que el consejo debía mediar para que las coincidencias de cultos no se repitieran", continuó el hasta ahora máximo responsable del órgano. El criterio de que prevalecieran los cultos de las hermandades más antiguas tampoco gustó.

Será ahora el párroco de Santa María la Blanca quien tenga que dirimir las disputas y convocar elecciones o mantener a un grupo de cofrades de su confianza haciendo las veces del consejo hasta la próxima Semana Santa.

EL PEOR MOMENTO

La crispación llegó a su cenit en un encuentro del pasado 27 de septiembre, pues "24 horas después de aquella reunión", el presidente y su equipo ya tenían "tomada la decisión de dimitir". Cabe recordar que ni siquiera fue él quien aspiraba al cargo, sino que lo propuso su cofradía, la del Gran Poder, que fue "la única que presentó a un candidato" después de esperar casi un año tras la dimisión del anterior presidente, José Dorante, quien también se fue, coincidiendo ahora con él, porque sentían que las corporaciones no aceptaban las funciones del consejo.  

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