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El desafío de convencer

A día de hoy, Zapatero está solo en el Congreso y el PP lo sabe, como también sabe que el 7 de junio se celebrarán unas elecciones europeas en las que la debilidad y el desgaste del rival actúan a su favor.

el 16 sep 2009 / 02:35 h.

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A día de hoy, Zapatero está solo en el Congreso y el PP lo sabe, como también sabe que el 7 de junio se celebrarán unas elecciones europeas en las que la debilidad y el desgaste del rival actúan a su favor. Todo apunta a que hoy, en el debate sobre el estado de la nación que comienza a mediodía, el principal grupo de la oposición intentará minar una vez más la moral y la imagen del Gobierno con una herramienta especialmente polémica: la crisis económica.

Es el primer debate de la legislatura, el vigésimo que celebran las Cortes y el cuarto de Zapatero como presidente del Gobierno. Desde que llegó a La Moncloa, nunca el líder socialista había enfrentado un debate sobre el estado de la nación en unas circunstancias similares: con más de cuatro millones de parados, ante una desconfianza generalizada de los grupos políticos en sus medidas anticrisis y con un empate técnico en las encuestas oficiales.

Así el panorama, al presidente no le queda otra que dirigir su discurso a los grupos de izquierda, por un lado, para recuperar respaldo en la Cámara, e intentar convencer a los ciudadanos de que su gestión de la crisis es la adecuada, para que su soledad parlamentaria no se traduzca en soledad en las urnas dentro de tres años.

En cualquier caso, la crisis económica recuperará el papel central que ocupó en el debate en los años 80, después de que en los 90 el asunto fuera desplazado por el auge de la corrupción y, ya en este siglo, por el de la lucha antiterrorista.

A la consagrada enemistad con el PP y sus problemas con los grupos catalanes a cuenta de la financiación autonómica, el presidente suma este año un divorcio parlamentario del PNV por el pacto postelectoral en Euskadi. Así, al enfrentamiento entre Zapatero y Rajoy se unirá en esta ocasión un más que probable duelo dialéctico con el portavoz del PNV en el Congreso. Josu Erkoreka ya adelantó ayer que centrará su intervención en denunciar la "nefasta gestión" de la crisis económica por parte del Gobierno que dirige José Luis Rodríguez Zapatero y la "inestabilidad parlamentaria en la que se han sumergido el PSOE" y el propio jefe del Ejecutivo central.

En cuanto al resto de los grupos, no habrá piedad. Ya ayer, el portavoz parlamentario de CiU, José Antonio Duran, hizo alusión a esta delicada situación que afronta el presidente al decir que su intervención será la propia de una "moción de censura", ya que Zapatero no tiene la confianza de la federación. "Hoy el presidente está solo en la Cámara", opinó.

Por su parte, el PP consideró que Zapatero aprovechará el debate para hacer un mitin de campaña antes de las elecciones al Parlamento Europeo porque "es mejor mitinero que gobernante". Los populares creen que el jefe del Ejecutivo "volverá a mentir como hizo en las generales" con el objetivo de "ganar" los comicios.

Desde la izquierda, no está claro que algún grupo se anime a recoger el guante de Zapatero si el presidente no asume condiciones previas. Ayer, tanto el coordinador general de IU, Cayo Lara, como el diputado de la coalición en el Congreso, Gaspar Llamazares, avisaron al presidente de que IU estará de su lado en el debate sólo si el Gobierno realiza un giro a la izquierda. Lara especificó que el Ejecutivo "dice una cosa y luego actúa en dirección contraria", ya que hay grandes palabras de apoyos sociales, de no perjudicar a los derechos de los trabajadores, pero -según él- "luego hay medidas regresivas de carácter fiscal, como la de los 400 euros". En la misma línea se pronunció ayer ICV, cuyo secretario general, Joan Herrera, reclamó al presidente que deje "los gestos y los guiños" ante "los grandes debates" y adopte "compromisos" hacia Cataluña con un giro "progresista".

Y es que parece que las promesas y el optimismo de Rodríguez Zapatero han dejado de convencer, una situación que definió bien ayer el secretario general de UDC, José María Pelegrí, al decir que el presidente tiene como único objetivo salvar el debate sobre el estado de la nación, "en vez de sacar a España de la crisis". El propio presidente del Congreso, el socialista José Bono, aseguró que "los españoles esperan más que palabras", quieren que los políticos sean eficaces.

En esta coyuntura, mientras Rajoy prepara desde casa su ofensiva al Gobierno,Zapatero hace lo propio con su defensa. Hoy ofrecerá, en palabras de su secretaria de Organización, Leire Pajín, un "catálogo de soluciones" a la crisis basado en el diálogo y las políticas sociales. En el centro de ese catálogo, un amplio elenco de medidas concretas contra el paro. Todo ello, en el marco de un nuevo modelo con el que se evitará que se repita la "burbuja inmobiliaria", que ponga fin a la dependencia del petróleo, que apueste por las energías alternativas, que potencie la inversión en tecnología, que haga avanzar la economía social y verde y que permita una renovación de los sectores productivos clásicos como el turismo, el de automoción o el agroalimentario.

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