La fuga radiactiva de la central nuclear de Ascó se cobró ayer sus dos primeras víctimas políticas. El director de la instalaciones, Rafael Gasca, y el jefe de protección, Francesc González Tardiu, fueron destituidos por minimizar los riesgos del escape nuclear cuando ocurrió el incidente en noviembre.
El motivo en que se basan los ceses ha sido la gravedad real de la fuga de partículas radiactivas procedentes de la ventilación de la planta atómica. Un incidente catalogado en primera instancia de nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (escala de peligrosidad del 0 al 7) por parte de la directiva de la planta tarraconense, y que más tarde fue recalificado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) como de nivel 2 (cien veces más peligroso). Los hechos fueron denunciados hace unos días por la organización Greenpeace y hasta entonces no se habían hecho públicos.
Las destituciones son una decisión tomada por la directiva de la Asociación Nuclear, que ha nombrado a César Candás, hasta ahora director de la central de Vandellòs, nuevo director de la planta de Ascó. De la misma manera, ha acordado la sustitución de González Tardiu por Genís Rubio como responsable del Equipo de Protección Radiológica, además de encargarle la investigación y el análisis de este suceso radiológico.
Candás será desde ahora el máximo responsable del proceso de investigación que se ha abierto para esclarecer la emisión de partículas radiactivas detectada hace cinco meses en la central.
En estas circunstancias, el escándalo nuclear cobró ayer si cabe más magnitud. Por la mañana, el titular de la Central Nuclear de Ascó I comunicó al CSN la detección de nuevas partículas dentro del emplazamiento, en las mismas áreas donde se detectaron las anteriores, cuyo contenido radiactivo está siendo evaluado. Esta nueva detección se ha llevado a cabo a través del programa de vigilancia que supervisa el organismo regulador y que se mantendrá hasta que permita descartar la presencia de más partículas. Además, hoy se pondrá en marcha una campaña de vigilancia radiológica en el exterior de las instalaciones por parte del CSN, que se realiza de forma complementaria y detallada a la efectuada el pasado 5 de abril.
El Pleno del CSN acordó por unanimidad en la sesión especial celebrada ayer dar prioridad a la realización de la campaña de vigilancia radiológica en el exterior por parte de las direcciones técnicas.
En el ámbito político, varios partidos han pedido la comparecencia de la directora del CSN, Carmen Martínez Ten, con el objetivo de conocer las conclusiones de la investigación que se está llevando a cabo.
Control de riesgos. Pese a que el CSN ha apuntado que el impacto radiológico sobre la población y sobre los trabajadores de la central sigue estando por debajo de los límites legales, la entidad realizará mediciones de radiactividad a todas las personas que han pasado por el emplazamiento desde el pasado 28 de noviembre.
En total se someterán a estas pruebas unas 800 personas, entre ellas decenas de alumnos del colegio Maristas de Girona, que visitaron la planta el 4 de abril.
Hasta la fecha, según el CSN, se han realizado mediciones a 579 personas, sin que en ningún caso se hayan encontrado indicios de incorporación de material radiactivo.
