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El drama persigue al Betis: muere Gómez Porrúa

el 01 nov 2010 / 11:04 h.

Juan Manuel Gómez Porrúa.

La tragedia se cebó ayer con el Betis y se llevó la vida de Juan Manuel Gómez Porrúa, uno de los tres administradores judiciales de las acciones de Farusa, que falleció de madrugada a causa de un ataque al corazón con sólo 49 años de edad, según informaron fuentes sanitarias. El abogado, natural de Sanlúcar de Barrameda, amaneció muerto en su cama y los servicios de emergencia del 061 no pudieron hacer nada por devolverle la vida.

Por la mañana fue trasladado al instituto anatómico forense, en el tanatorio de San Jerónimo, y tras la autopsia su cuerpo fue velado allí mismo por sus familiares. Muchos béticos y allegados se acercaron para dar el pésame a su viuda, entre otros la jueza Mercedes Alaya y sus dos compañeros en el trabajo que les encomendó la magistrada, Rafael Gordillo y Luis Ruiz de Huidobro. Hoy a las 11.30 se celebrará una misa por su alma y a continuación sus restos serán llevados al cementerio de San Fernando. Gómez Porrúa, profesor de Derecho Mercantil en la Universidad de Sevilla, deja cuatro hijos. Este periódico, al que Gómez Porrúa siempre atendió con exquisita amabilidad, también manda sus más sinceras condolencias a la familia.

Vaya por delante que el drama más importante es el que vive su familia. Desde el punto de vista del Betis, la conmoción también es inmensa. La muerte de Gómez Porrúa, repentina e inesperada, deja sin su líder, sin su "alma máter" en palabras de Gordillo, al grupo de administradores que la jueza Alaya puso al cargo del paquete accionarial de Farusa el pasado mes de julio, cuando suspendió los derechos políticos de esos títulos e impidió que fuesen utilizados por la sociedad de Manuel Ruiz de Lopera o por el presunto comprador, Bitton Sport.

La importancia de Gómez Porrúa en el futuro del Betis va más allá de lo que pueda parecer. Era él quien encabezaba el trabajo de los interventores judiciales, a pesar de las trabas que le puso el consejo de administración del club. También estaba diseñando con ahínco la junta de accionistas del 14 de diciembre y de alguna manera era el ideólogo que estaba marcando las directrices y la composición del futuro consejo verdiblanco. Su idea, como revelaba hace poco, era constituir un grupo de profesionales de prestigio que además fueran béticos. Él mismo habría sido consejero y una de sus prioridades era evitar la entrada del club en el concurso de acreedores.

"Seguiremos adelante, seguro, y ahora más fuerte todavía. Juan Manuel cogió esto como si fuera un bético más y debemos seguir a rajatabla todo lo que nos dijo e inculcó", decía ayer Gordillo, muy emocionado, antes de entrar en el tanatorio, donde estuvo más de tres horas. La implicación de Gómez Porrúa en la misión que le encargó la jueza fue ensalzada por Gordillo y por todos los que valoraron la actuación del fallecido en los tres meses transcurridos desde su nombramiento, máxime teniendo en cuenta que él no era bético, sino del Atlético de Madrid. "Estaba haciendo un gran trabajo. A él no le gustaba aparecer en la prensa, pero se lo pedí y me dijo ‘voy a estar a tu vera, Rafael; las cosas técnicas ya las explico yo'. El alma máter de los tres era él. Era sencillo y trabajador y nos compenetramos perfectamente. Lo que más echaré de menos es su ilusión y sus ganas", añadió Gordillo.

Además del ex futbolista del Betis y su compañero Luis Ruiz de Huidobro, a las nueve y cuarto de la noche se acercó al tanatorio la jueza Mercedes Alaya, que dio el pésame a la viuda y estuvo charlando un buen rato con los dos administradores. Los tres abandonaron el lugar poco antes de las diez. También estuvieron allí a lo largo del día miembros de la oposición a Lopera: el presidente de la Fundación Heliópolis, Miguel Cuéllar, acompañado de José Rodríguez de la Borbolla, Julián García de la Borbolla o Luis Miguel Martín Rubio; Adolfo Cuéllar, presidente de la Liga de Juristas Béticos; Miguel Espina y Emilio Soto, de Béticos por el Villamarín; o Íñigo Vicente, de Por Nuestro Betis, así como Manuel Olivencia, que fue profesor de Gómez Porrúa en la facultad de Derecho; el ex consejero bético Diego García León, amigo suyo; Carlos Bellver, en su día vinculado a los actos del Centenario; e incluso Ricardo Astorga, uno de los abogados de Lopera.

No hubo representación oficial del Betis, aunque el club envió "un mensaje de condolencia" a la familia por tan "irreparable pérdida" a través de su web. El Betis entendió que ayer era el momento de la familia y los más allegados y hoy, aunque no está confirmado, sí se espera la presencia de alguno de sus dirigentes, seguramente el presidente Jaime Rodríguez Sacristán, en la misa.

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