Su carrera profesional ha dado tanto de sí en las dos facetas que ha cultivado, director y actor (aunque esta última en menor medida) como lo que de su turbulenta vida privada ha trascendido desde que Charles Manson decidiera, junto a su satánica secta, asesinar a la que fuera su bella esposa, la actriz Sharon Tate, a finales de los sesenta.
Desde entonces el apelativo de “maldito” ha acompañado al realizador de origen polaco, sobre todo teniendo en cuenta ese oscuro episodio de violación a una menor que acaecía en 1977 y por el que la justicia norteamericana lleva queriendo encerrarle más de treinta años (algo que parece que no puede estar muy lejos puesto que después de tres décadas eludiendo pisar suelo donde pudiera ser extraditado, Polanski fue detenido el pasado septiembre en Zúrich a petición del Gobierno de los Estados Unidos).
Sea como fuere, lo cierto es que el relizador es poseedor de una magnífica filmografía que ahora se amplía con este Escritor, adaptación de la novela homónima de Robert Harris en la que se sigue a Adam Lang (Pierce Brosnan), un ex ministro británico que contrata a un periodista (Ewan McGregor) para que termine de escribir las memorias sobre su vida que dejó inconclusas el antiguo escritor tras su abrupta muerte. Poco a poco, el escritor fantasma (aquél que escribe un libro siendo otro quien figure como autor) se adentra, con aparente facilidad, en dicha tarea, pero las trampas y las mentiras comienzan a emerger como espectros a medida que avanza en su investigación. Pronto el periodista se dará cuenta de que ha descubierto secretos que pondrán su vida en riesgo.
