Cultura

El final de una leyenda

El legengario actor Paul Newman, irreverente icono de Hollywood y protagonista de películas como El color del dinero y Dos hombres y un destino, murió a los 83 años víctima de un cáncer de pulmón. Fumador empedernido, Newman reveló que padecía un tumor el pasado mes de junio, enfermedad contra la que luchó pero que le ganó la batalla. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 15:52 h.

El legengario actor Paul Newman, irreverente icono de Hollywood y protagonista de películas como El color del dinero y Dos hombres y un destino, murió a los 83 años víctima de un cáncer de pulmón. Fumador empedernido, Newman reveló que padecía un tumor el pasado mes de junio, enfermedad contra la que luchó pero que le ganó la batalla, según explicó su representante, Jeff Sanderson.

En el momento de su fallecimiento el actor estuvo acompañado por sus familiares y amigos más estrechos en su casa cercana a Westport, en el estado de Connecticut, en la costa este de EEUU. "Su muerte fue privada y discreta del mismo modo que había sido su vida. Fue un artista humilde que nunca pensó en sí mismo como 'grande'", según el comunicado de la familia hecho público ayer

A pesar de su atractivo físico y su probado talento interpretativo, que le convirtieron en un ídolo de la gran pantalla durante generaciones, Newman supo mantener los pies en el suelo y no dejarse arrastrar por los halagos de la industria. Su trabajo como actor sólo le reportó un Óscar (El color del dinero, 1986), aunque resultó nominado en 10 ocasiones y obtuvo otras dos estatuillas, una de carácter honorífico en 1986 y otra por su labor humanitaria en 1995.

"Éra mi héroe", declaró ayer la actriz Julia Roberts, socia de las campañas de ayuda a niños enfermos promovidas por Newman, a la revista People tras conocerse su fallecimiento. La actuación fue una pasión que este guapo de ojos azules compaginó con su afición a las carreras de coches, la mejor manera que conocía para "escaparse de toda la basura de Hollywood", según sus propias palabras, y con su carrera como empresario filantrópico.

En 1982 Newman y su amigo A.E. Hotchner fundaron la compañía de alimentación Newman's Own, un proyecto que comenzó "como una broma" en el sótano de su casa y se convirtió en un negocio muy rentable. Esa compañía, que elabora aliño natural para ensaladas, palomitas de maíz, salas y limonada, le generó cientos de millones de dólares de beneficio, que el actor destinó a proyectos caritativos a través de su fundación, Newman's Own Fund.

"Echaremos de menos a nuestro amigo Paul Newman, pero tenemos suerte de haber conocido a una persona tan formidable", dijo en un comunicado Robert Forrester, vicepresidente de esa fundación. Hombre de familia, sus 50 años de matrimonio con la actriz Joanne Woodward, con la que tuvo tres hijas, convirtieron a la pareja en una rara excepción en el mundo de las relaciones sentimentales de parejas cinematográficas.

El actor tuvo otros tres hijos de su primeras nupcias con Jacqueline Witte, con la que pasó por el altar en 1949. Su único hijo varón, Scott, murió de una sobredosis en 1978, lo que fue un golpe enorme para Newman, que creó en su memoria el Scott Newman Center, un centro para la prevención del uso de drogas.

No fue hasta después de la II Guerra Mundial, en la que sirvió en la marina como operador de radio, cuando un joven Newman dio sus primeros pasos en el mundo del espectáculo. Tras estudiar interpretación en New Haven y Nueva York, debutó en Broadway y de ahí saltó al cine, donde su papel como el boxeador Rocky Graziano en el filme Marcado por el odio (1956), dirigida por Robert Wise, hizo que todas las cabezas se volvieran a mirarle.

Desde entonces su carrera despegó y nunca tocaría suelo más. En su haber hay una larga lista de filmes que marcaron una época, como Éxodo (1960), El Premio (1963), Harper, investigador privado (1966) o Dos hombres y un destino (1969). Dirigió Raquel, Raquel (1968), que logró candidaturas al Óscar a la mejor película y a la mejor actriz, y Los efectos de los rayos gama sobre las margaritas (1972), entre otros filmes.

Había nacido el 26 de enero de 1925 en un suburbio de Cleveland (Ohio, EEUU) como Paul Leonard Newman, de padre judío americano y madre católica nacida en Eslovaquia; él se describía a si mismo como judío porque, decía, eso constituía un reto.

Camino a la madurez. Enfilando su madurez comenzó a apostar por apariciones en cintas de directores reputados como Sydney Pollack (Absence of Malice) o Sidney Lumet (El veredicto). Mr. & Mrs. Bridge (1990), de James Ivory, volvió a reunir en la pantalla al matrimonio Newman. Le siguieron algunas intervenciones memorables en The Hudsucker Proxy (1994) , de los hermanos Coen, y Twilight (1998), de Robert Benton, y también concesiones comerciales como Mensaje en una botella (1999) , con el inefable Kevin Costner.

Pero la retina cinéfila guardará como oro en paño el último regalo que Newman hizo al cine en Camino a la perdición : ese John Rooney, capo de la mafia irlandesa en el Chicago de los años 30, que se debate entre la defensa de su hijo biológico y el amor por Michael Sullivan (Hanks) , huérfano al que crió y trató como propio.

Junto a su trayectoria puramente cinematográfica Paul Newman fue un hombre de gran conciencia política y social, impulsó en memoria de su hijo la Fundación Scott Newman, destinada a auxiliar y proteger a personas víctimas de la droga. También fue miembro destacado de la Asociación para la Defensa del Medio Ambiente.

En 1978 representó a su país ante la Organización de las Naciones Unidas en la Conferencia para el Desarme. En 1990 fue nombrado "padre del año" por Unicef y propuesto como candidato a gobernador de Connecticut por el congresista demócrata Benjamin de Zino. Además fundó una serie de campamentos para niños con enfermedades graves, donde utilizan la diversión y la sonrisa como principal medicina.

Gracias a su iniciativa, 15.000 niños disfrutan cada año del ocio y bienestar que ofrecen los campamentos de verano, Hole in the Wall Camps. Son campamentos gratuitos subvencionados por más de 42.000 entidades y personas de todo el mundo. Desde que comenzara su actividad han pasado por ellos 114. niños. Newman, hijo de padre de origen judeo-alemán y madre católica con raíces húngaras, cursó estudios elementales en la Malven Grammas Scholl. En 1942 ingresó en el Kenyon College. Tras servir en la marina durante la Segunda Guerra Mundial, se graduó en Ciencias Económicas.

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