El fiscal pide 10 años para un anciano que mató a su hijo en Tocina

La víctima era un discapacitado de 51 años que murió degollado por su padre que intentó suicidarse.

el 17 ago 2011 / 19:29 h.

La fachada de la vivienda donde ocurrió el parricidio.

Faltaba una semana para la Nochebuena de 2009, cuando Manuel acabó con la vida de su hijo, discapacitado y con 51 años edad, en la vivienda que ambos compartían en la localidad de Tocina. Ahora, el parricida, a sus 81 años, se enfrenta a un juicio con jurado en el que le reclaman diez años de cárcel por un delito de homicidio y que se celebrará a principios de octubre.

Manuel tenía 79 años cuando ocurrieron los hechos y desde que falleció su esposa en 2003 se hacía cargo de su hijo, que tenía reconocida una minusvalía del 88% al padecer “un retraso mental severo y una hemiparesia derecha”, desde su nacimiento junto con su esposa, sólo pese a su edad. Sin embargo, el procesado se sentía cada vez más imposibilitado para seguir cuidando de su hijo lo que le hacía sentir “una profunda tristeza, sufrimiento, exasperación y desesperanza debido a su incapacidad física y psíquica para seguir atendiendo a su hijo tal y como había estado haciendo desde que nació”, tal y como reconoce el fiscal en su escrito de acusación, al que tuvo acceso este periódico.

Esta situación provocó en Manuel “un episodio depresivo grave que suponía un menoscabo significativo en sus facultades intelectuales y volitivas, así como una alteración en su juicio de realidad”. De hecho, cuando ocurrió el homicidio, los vecinos del municipio aseguraban que en más de una ocasión habían escuchado al procesado decir frases como que “un día cogerían los dos la moto y se tirarían por un cerro y terminarían los dos de una vez”. Y es que según dijeron en su día los que le conocían lo que temía era que él muriera y dejara a su hijo, más aún cuando hacía pocos días que Manuel había regresado a su casa tras estar ingresado en el hospital Macarena por una neumonía.

Por ello, el 18 de diciembre de 2009 acabó con la vida de su hijo “con el convencimiento de que la única solución para poner fin a su sufrimiento era acabar con su vida, poniendo fin previamente a la vida de su hijo para que también cesara de sufrir y no resultara una carga para el resto de sus familiares”. Así, sobre las 7.00 horas, se dirigió al dormitorio de su hijo y “con evidente ánimo de causarle la muerte, le seccionó el cuello con un cuchillo”. Acto seguido, Manuel intentó también quitarse la vida “cortándose él también el cuello”, aunque no llegó a conseguirlo gracias a la intervención de los servicios de emergencias, que le trasladaron hasta el Macarena.

Fue una de las hijas de Manuel, la que descubrió que su padre había matado a su hermano, ya que ella fue a recoger a Manuel para llevarlo a una revisión al hospital para comprobar su estado tras la neumonía que sufrió.

Por estos hechos, la Fiscalía reclama diez años de prisión por homicidio con la agravante de parentesco y la eximente incompleta por trastorno mental. Asimismo, le solicita una indemnización de 10.000 euros para cada una de sus dos hijas.

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