La inflación española prosigue su descenso y la tasa armonizada -medida como en el resto de la Zona Euro- cayó en enero hasta su mínimo histórico, el 0,8%, y aunque Gobierno y expertos esperan que haya meses de este año con registros negativos, no contemplan un escenario de deflación. El PP, sí.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió el viernes el indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo Armonizado (el IPCA), que bajó en enero siete décimas, hasta el 0,8%, un dato que, de coincidir con la tasa general que se dará a conocer a mediados de febrero (IPC), supondría la inflación más reducida desde enero de 1977, cuando comenzó la serie de cifras oficiales.
Hasta que no se conozcan los datos detallados del IPC el próximo día 15, es de prever que el recorte de la inflación se haya debido, una vez más, al efecto base del precio del crudo y, también, pero en menor medida, a las rebajas comerciales propias de enero.
La tasa de inflación armonizada, que hace ahora un año estaba en el 4,4%, acumula seis meses consecutivos de caídas y es la menor de toda la historia de este indicador, que se empezó a elaborar en 1997, antes de la entrada en vigor del euro.
A pesar de este fuerte descenso de la inflación, tanto el Gobierno como los analistas consultados aseguraron que no se espera que vaya a haber deflación, entendida como una caída generalizada y progresiva de los precios en un escenario de recesión (dos trimestres seguidos con caída del PIB). Además, valoran el hecho de que el diferencial con la Eurozona haya registrado su mejor marca histórica -tres décimas por debajo de la media de los países del área-, lo que ayudará a mejorar la competitividad española.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que el Ejecutivo no contempla un escenario de deflación, aunque haya "descensos suaves" del índice -tasas negativas- en los próximos meses.
El secretario de Estado de Economía, David Vegara, también descartó la posibilidad de deflación, y valoró la influencia que puede tener la bajada del IPCA y el menor diferencial sobre la competitividad de los productos españoles "en un momento muy necesario". La tasa de la Eurozona, 1,1%. Tanto Vegara como la vicepresidenta insistieron, asimismo, en el efecto positivo que este dato tendrá sobre la renta disponible de las familias, unido a otras caídas como la del Euríbor, que aliviará las cuotas hipotecarias.
En concreto, el Euríbor, principal indicador para el cálculo de hipotecas en España, cerró enero en el 2,622% tras cuatro meses consecutivos abaratamiento. Para un préstamo medio de 150.000 euros, 25 años de amortización y sin tipo mínimo, su revisión en las próximas semanas conllevará una rebaja mensual de 138 euros y 1.660 en el conjunto del año.
Los analistas consultados por Efe indican que el Euríbor continuará a la baja, ante la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) vuelva a amplica la tijera a los tipos de interés (precio oficial del dinero).
Y volviendo a los precios, los expertos no creen que vaya a haber deflación porque el único componente que puede hacer que la tasa de inflación sea negativa en algunos meses será el de la energía. Desde agosto de 2008, el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, ha ido reduciéndose y en enero su valor medio fue de 45,60 dólares, algo menos de la mitad de los 91,9 dólares que costaba un año antes.
No obstante, el fantasma de la deflación aún ronda, puesto que los precios industriales -primera tranformación de los productos- también están a la baja, y pueden trasladarse a los precios finales (de cara al consumidor).
