Cultura

El futuro teatro de Torneo se juega una ayuda de 300.000 euros por el bloqueo del nuevo puente

La Imperdible pide a Wert que prorrogue esa ayuda no gastada o deberá devolverla. Las obras arrancan en 2014 en un solar cercano que ya no choca con la pasarela.

el 12 dic 2013 / 09:00 h.

teatro-imperdible-torneoDespués del cierre de las salas Fli y Salvador Távora y de que se cayera el proyecto para devolver el uso teatral al Cine Cervantes, ahora es La Imperdible la que trata de salvar su futuro espacio escénico de la calle Torneo. Hace ya siete años que esta compañía empezó a mover cielo y tierra para levantar un nuevo centro cultural junto al río, en un solar cedido por el Ayuntamiento en 2007 –cercano a la antigua estación de Telecabina–, por un plazo de 50 años. El director de esta sala, José María Roca, trabajaba en el diseño del edificio y en la captación de fondos, mientras mantenía la actividad de su empresa, programando en el céntrico Teatro Duque, cedido por su actual propietario, el sindicato CCOO. La compañía logró la concesión de un préstamo de un millón de euros por parte de la Junta de Andalucía, así como una importante subvención de 300.000 euros del Ministerio de Cultura que, tras varias prórrogas, debía emplear en edificar su nuevo complejo antes de que terminase 2013. Y así iba a ser. Todo estaba listo para que las obras empezaran en noviembre 2012, cuando el Consistorio pidió repentinamente a La Imperdible que paralizara los trabajos, ya que la parcela que le había cedido el anterior gobierno municipal se encontraba justo en el punto donde Urbanismo planeaba levantar el nuevo puente que conectará la torre Pelli con la avenida de Torneo. Esto no sólo supuso un considerable retraso, sino que obligó a replantear todo el proyecto, teniendo La Imperdible incluso que cambiar el solar cedido inicialmente por otro anexo, que facilitó el Consistorio, y que permitía desplazar el futuro teatro unos 50 metros al norte, prácticamente en el mismo sitio donde estaba previsto. Y aunque en principio se pretendía comenzar los trabajos este mismo año, finalmente el retraso ha sido mayor del esperado. Según explicaba Roca ayer a El Correo, el trámite administrativo ya se ha resuelto, tras casi un año de papeleo, de modo que la suerte de la futura sala La Imperdible queda desligado del puente, que actualmente se encuentra empantanado en medio del enfrentamiento entre la Junta, que pone objeciones a su construcción, y el Gobierno local. “A partir de ahora, pase lo que pase con la pasarela, nosotros podemos seguir ya con nuestro teatro”, dijo Roca, que confía en que las obras puedan arrancar por fin a mediados de 2014, una vez que obtengan las licencias municipales, algo que Urbanismo se plantea agilizar después de la demora que ha ocasionado a esta iniciativa. Una vez que se supere este trámite, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico deberá dar el visto bueno al diseño, algo que en principio no supondrá problemas a juicio del director, ya que previamente, para el proyecto en la anterior parcela, dio luz verde a la altura y concepción del nuevo teatro. Sin embargo, el escollo que se le presenta ahora a La Imperdibles es financiero. Y es que los 300.000 euros que le brindó el Ministerio de Cultura, cuya concesión se había venido prorrogando año a año, tenía como último límite para invertir el dinero el año 2013. La compañía, previendo que los trámites no permitieran cumplir estos plazos, ha solicitado al Gobierno una prórroga más, que de no concederse supondría la devolución de este importe y un duro golpe para la sala. No obstante,_Roca confía en que el ministerio atienda su petición, ya que estaría respaldada por el propio Ayuntamiento, que se sabe responsable de estos retrasos. De lo contrario, la inversión para levantar el nuevo teatro quedaría en vilo, ya que el presupuesto es de 1.300.000 euros, de los que Roca asumirá un millón, mediante el citado préstamo. Una vez que empiecen las obras, calcula que durarán unos siete meses, por lo que el espacio entraría a funcionar en 2015. El nuevo teatro tendría capacidad para entre 450 y 500 localidades e incluiría un restaurante y una zona verde con un pequeño auditorio al aire libre. La idea de sus promotores es que esta nueva sala atraiga a las compañías que llegan a Sevilla con espectáculos comerciales, pero que sólo pueden permanecer dos o tres días porque el Lope de Vega, al ser un recinto público, no puede reservar periodos de varias semanas a un mismo título, mientras que otros espacios como Fibes resultan demasiado grandes.

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