Diez horas en la calle, tres más que en la Madrugá, y regresando a San Lorenzo siempre antes de la medianoche. La hermandad del Gran Poder ya ha decidido los itinerarios que seguirá el Señor en los traslados de ida y vuelta con motivo de su participación en el magno Viacrucis del Año de la Fe del próximo 17 de febrero.
El paso del Nazareno de Juan de Mesa será el último de los catorce participantes en acceder al emplazamiento que le ha sido fijado en el recorrido del Viacrucis, debiendo estar en la plaza del Triunfo, junto al templete del terremoto de Lisboa, en torno a las 16.35 horas.
Más allá de otras alternativas más estéticas o de probar algún itinerario sentimental, la junta de gobierno que encabeza Félix Ríos ha apostado por un recorrido de calles "amplias" para que el mayor número de fieles pueda contemplar al Señor ese día, bien a la ida o a su regreso de la Catedral. El itinerario de ida será casi idéntico al que emplea la cofradía para llegar a Carrera Oficial. De este modo, saliendo de San Lorenzo en torno a las 14.30 horas -los horarios aún podrían experimentar pequeños ajustes-, la comitiva discurrirá por Conde de Barajas, Trajano (en lugar de Jesús del Gran Poder, más estrecha y de difícil acceso), plaza del Duque, Campana (lugar donde se agruparía con los cortejos de Santo Entierro y Siete Palabras, aunque siempre guardando una distancia prudencial), Tetuán, Granada, plaza de San Francisco, Hernando Colón, Alemanes, plaza de la Virgen de los Reyes y plaza del Triunfo. A la vuelta, y después de salir de la Catedral por la Puerta de San Miguel, el Señor del Gran Poder regresará a San Lorenzo por el recorrido más corto: Avenida de la Constitución, Plaza Nueva, Tetuán, Campana, plaza del Duque, Jesús del Gran Poder y plaza de San Lorenzo. Pensando también en los hermanos de avanzada edad que seguro acompañarán con cirio al Señor en el cortejo, la pretensión de la junta de gobierno es que el paso del Nazareno esté ya de vuelta en San Lorenzo antes de las doce de la noche. Esa misma noche, la hermandad procederá a bajar al Señor del paso para devolverlo a su altar y el paso regresará a su sitio. La Basílica abrirá al día siguiente como si nada hubiera pasado.
