Cultura

El homenaje de Pilar Távora a "los mariquitas" llega a los cines

el 29 abr 2010 / 18:59 h.

El tercer largometraje de ficción de Pilar Távora, Madre amadísima, llega por fin a la gran pantalla, dos años después del inicio de su rodaje. La película, basada en una obra de teatro de Santiago Escalante, es un drama con tintes de comedia sobre la vida de un homosexual, Alfredito. “Ésta no es una película de gays de Madrid, sino de mariquitas de pueblo de toda la vida”, dijo ayer el actor protagonista, Ramón Rivero.La cinta se preestrenó ayer en Sevilla y llegará a los cines el próximo 7 de mayo. “Salimos moderadamente, para no estrellarnos, con 23 copias en cines de Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Valladolid, Sevilla, Granada, Cádiz, Málaga, Jerez y otras ciudades. Lo veo prudente teniendo en cuenta los tiempos en que estamos”, declaró ayer la directora en la rueda de prensa posterior a la proyección para los medios de comunicación.


Madre amadísima es una emotiva historia sobre la vida de Alfredito, un homosexual nacido en 1952. Una conversación de Alfredito con su Virgen, a la que viste para la procesión, sirve de pretexto para mostrar las experiencias del personaje, desde su adolescencia a su madurez, pasando por la relación de su madre y su padre, un maltratador. La ternura, la marginación, el humor, el amor a la madre y a la Virgen, el despertar sexual, la droga, la religión o la amistad se dan la mano en un filme que ha contado con un presupuesto de 1.225.000 euros y en el que participan actores como Gala Évora, José Burgos, David Lora, Gloria de Jesús, Julio Vargas o Nacho Sánchez.


Este proyecto surgió “por casualidad”, cuando Pilar Távora le hacía una entrevista a Santiago Escalange y Ramón Rivero sobre la obra de teatro en la que se basa el filme. “Me dolió algo dentro y supe que quería hacer una película sobre esa historia que nadie había contado. Me recordó una experiencia: de pequeña, a un amigo de mis padres que era maravilloso le dieron una paliza y lo tiraron al Tamarguillo por ser mariquita”.


La cinta critica la doble moral de la Iglesia católica, que tolera el maltrato a la mujer y censura la homosexualidad, y ejemplifica claramente “la total separación entre muchos creyentes –como Alfredito– y la institución eclesiástica”, según destacó su directora.


Madre amadísima tampoco pasa por alto instituciones como el Ejército –la parte en que Alfredito hace la mili es la más cómica– o el Partido Comunista, que no deja al protagonista visitar Cuba porque “nada es perfecto”, y allí, como en la España franquista, “tampoco llevan muy bien eso de la homosexualidad”. “Son situaciones que lamentablemente aún se vivien”, concluyó Távora.

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