Las instalaciones del Instituto Nacional de Toxicología en San Jerónimo, donde desapareció la droga.
Lo había reclamado la Fiscalía Antidroga de Sevilla y así lo ha acordado el juzgado. La investigación por el robo de 31,5 kilos de droga en el Instituto Nacional de Toxicología ha quedado aparcada debido a la falta de "indicios suficientes" para poder probar la autoría. Así lo ha decidido el Juzgado de Instrucción número 7, que lleva el caso, que lo ha archivado provisionalmente aunque podría reabrirse si la Policía Nacional logra alguna prueba.Fuentes judiciales explicaron que el magistrado Fernando Martínez ha decidido aceptar la petición planteada por el Ministerio Público de archivar la causa después de que la investigación, pese a que hubo tres detenidos, se haya estancado tras seis meses. De hecho, el juez hace suyos los argumentos del fiscal y justifica su decisión en que "no hay suficientes indicios" para poder adjudicar la autoría del robo.
Sin embargo, al tratarse de un sobreseimiento provisional, como reclamaba la Fiscalía, la causa puede ser reabierta en cualquier momento si los investigadores localizaran algún tipo de prueba o indicio que llevara a la resolución del caso.
El robo fue detectado el pasado 22 de marzo, cuando los trabajadores alertaron de que habían desaparecido diversas muestras de droga. En total, eran 30 kilos de cocaína y uno y medio de heroína que pertenecían a diversos alijos incautados en diferentes operaciones policiales. De hecho, estas muestras estaban almacenadas en Toxicología después de haber sido enviadas por algún juzgado para su análisis y así determinar su pureza y composición. Las sustancias estaban custodiadas bajo llave en un armario del Servicio de Química, al que sólo tenían acceso ciertos trabajadores, y bajo la vigilancia de videocámaras las 24 horas del día.
Por este motivo, la Policía siempre sospechó de los propios trabajadores y no descartó que el robo se produjera en diversos días. Es decir, que el autor o los autores pudieran haber estado sacando pequeñas cantidades de droga en diversos momentos sin que fueran vistos. Y es que nadie detectó la ausencia de las muestras, salvo el 22 de marzo y debido a que el despacho estaba desordenado.
La Policía inspeccionó las cintas de vídeo grabadas por las cámaras y buscó huellas en el armario donde estaba la droga, para poder localizar a los responsables. Un mes después, tres personas eran detenidas, aunque todas ellas quedaron en libertad con cargos por un delito contra la salud pública tras prestar declaración ante el juez del caso. Sin embargo, los investigadores no han sido capaces de lograr pruebas sobre las que sustentar una acusación contra los imputados, ni contra otras personas, de ahí el archivo.
Según explicaron en su momento fuentes cercanas al caso, una de las personas detenidas, la primera de ellas, era un trabajador de mantenimiento de Toxicología, que podría haber tenido acceso al lugar donde estaba la droga.
Se da la circunstancia que este no es el primer robo de droga que se produce en la ciudad, pues con anterioridad fueron sustraídos 154 kilos de la Jefatura de Blas Infante, lo que ha provocado bastantes críticas con el sistema de custodia de la droga. Por este caso, hay cuatro personas imputadas, una de ellas un expolicía.-->-->-->
