Segunda derrota consecutiva de un Betis que no supo en ningún momento cómo meterle mano a un Levante que aprovechó la primera ocasión que tuvo para marcar su gol, defenderlo luego con oficio y llevarse los tres puntos y el liderato del Villamarín, donde la aficion bética sufrió el primer gran sofocón de la temporada, pues soñaba con ver a su equipo volver a ganar para plantarse líder en el Bernabéu dentro de dos semanas y ahora lo hará séptimo, ya que por arriba sumaron todos y la clasificación ha dado un vuelco de consideración.
“Hemos disfrutado durante cuatro semanas, ahora nos toca sufrir”. Así resumía un padre a su hijo las sensaciones que le había dejado el partido mientras se dirigía al coche para salir a toda pastilla de Heliópolis, la ciudad del sol, que ayer hizo honor a su nombre en una tarde más propia de agosto que del mes de octubre recién estrenado y que acabó por fundir las ilusiones de los béticos de seguir comandando, al menos un par de semanas más, la clasificación. Para ello hubiera bastado con doblegar a un Levante plagado de jugadores veteranos, muchos de ellos de vuelta ya, que en todo momento supo jugar su partido, se encontró con un gol afortunado del ex bético Juanlu -al alimón con Casto- y lo defendió con un excepcional partido de su pareja de centrales, el rústico Ballesteros y otro ex bético, Nano, que está viviendo a orillas del Turia su segunda juventud.
Cambio de sistema. Pepe Mel no había quedado conforme con el rendimiento de su equipio en Getafe e introdujo cambios tácticos y de peones que, la verdad, no salieron demasiado bien. Quitó a Salva Sevilla para meter a Juanma y pasar a jugar por fuera, con un 4-4-2 que se estrelló una y otra vez en la fortaleza aérea de los levantinos, donde todos los zagueros superan los 180 centímetros de estatura y el medio de cierre Iborra llega a los 190.
Acaparar la posesión del balón (un 71% frente a un 29%) sirvió de poco a los verdiblancos, que colgaron hasta 45 balones al área (Chica puso 16, Beñat 10...) sin que alguno encontraran adecuado rematador, pues el espigado Roque Santa Cruz (191 cms) fue anulado completamente por Ballesteros, al que los béticos, con sus inocentes centros, estuvieron a punto de hacer internacional.
La tarde empezó con malas vibraciones para los verdiblancos, pues a los tres minutos chocaban las cabezas de Mario y Koné de manera violenta y el central canario tenía que ser retirado en camilla: con 14 puntos de sutura en la frente y una más que probable rotura de fibras en el gemelo. Mel tuvo que quemar pronto el primer cambio, y bien que lo echaría luego de menos, pues tras dar entrada a Pozuelo en el descanso y a Salva Sevilla poco después, no pudo usar la bala final de Jorge Molina ante un sistema ultradefensivo como el que habían puesto en liza los granotas.
El Betis empezó bastante atascado en su juego, pero entre el minuto 15 y el 23 pareció despertar, con remates de Juanma, Santa Cruz, Beñat y Jefferson Montero que pudieron hacer variar el rumbo del partido. Pero no fue así y, por contra, a la primera que tuvieron los valencianos, la clavaron: fue con un centro muy pasado de Valdo –tras pérdida de Beñat– que recogió Juanlu a la espalda de Chica, sin apenas ángulo, aunque su escorado remate lo desvió hacia su propia portería el meta Casto en una desafortunada acción. Luego pudo Koné anotar el 0-2 en una contra mal resuelta por el ex sevillista y la mejor ocasión bética para empatar no llegó hasta el 46’, en un doble remate de Pereira y Santa Cruz que salvaron entre el portero y su nube de defensas.
Con el 0-1 los levantinos lo tuvieron clarísimo: dejaron en punta sólo a Koné y los otros nueve se dedicaron a defender el preciado botín montando un auténtico muro ante las narices de Munúa. Los tres puntos les iban a permitir, cuando menos, ser colíderes de la Liga española por vez primera en sus 102 años de historia, así que se pusieron manos a la obra y a fe que lo lograron. Con Pozuelo y Salva Sevilla los béticos intentaron llegar por dentro, pero a sus paredes siempre les faltó ese último toque de precisión capaz de derribar el muro. No hubo manera: a la desesperada y cada vez con menos fuerzas por el asfixiante calor, los balones colgados morían una y otra vez en la testa de Ballesteros y el liderato se esfumaba sin remisión..
Ficha técnica:
0 - Real Betis: Casto, Chica, Mario (Amaya, m.5), Dorado; Nacho; Juanma, Beñat, Iriney; Jefferson Montero (Pozuelo, m.46), Santa Cruz y Jonathan Pereira (Salva Sevilla, m.59).
1 - UD Levante: Munúa; Del Horno, Nano, Ballesteros, Javi Venta; Juanlu (Rubén, m.74), Iborra, Barquero (Farinós, m.61); Xavi Torres, Valdo (Pedro López, m.84) y Koné.
Gol: 0-1. m.32, Juanlu
Arbitro: José Luis González (c.castellano-leonés). Mostró tarjeta amarilla a Javi Venta (m.24), Nano (m.27), Pereira (m.43), Juanlu (m.44), Barquero (m.57), Iriney (m.71),
Incidencias: Partido disputado en el estadio Benito Villamarin con terreno de juego en buenas condiciones, aunque muy seco, ante 36.782 espectadores que aguantaron estoicamente el calor. La selección española de baloncesto, que estuvo representada por su presidente, José Luis Sáez, fue homenajeada antes de comenzar el partido por su titulo europeo, y, tras exhibirse el trofeo, Sáez recibió una camiseta del titular bético, Miguel Guillén. Mario recibió 14 puntos de sutura en una ceja.
