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El muelle de Nueva York sigue cerrado tras cuatro años de obras

El nuevo paseo fluvial, que se abrirá incompleto por falta de fondos, está acabado pero no tiene aún fecha de inauguración

el 17 abr 2012 / 19:20 h.

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Nueva pavimentación, farolas italianas, red de alcantarillado a estrenar, mucha más vegetación, siete fuentes decorativas de acero dedicadas a cada uno de los muelles históricos de la ciudad, dos kioscos-bares de madera con veladores y aseos públicos (cuya explotación aún no está contratada), 53 bancos, más de 40 papeleras, tres fuentes para beber, pérgolas... el muelle de Nueva York, después de cuatro años de obras, luce ya como un auténtico paseo fluvial que une el Paseo Colón y La Palmera, así como la Puerta de Jerez y los Jardines del Cristina con el río. Los trabajos están ya acabados, pero incomprensiblemente aún no hay fecha de inauguración y la falta de fondos ha hecho que el proyecto se vaya a estrenar incompleto.

Según fuentes municipales la apertura no tardará mucho, pero no hay fecha definida. La razón, los trámites administrativos para finiquitar la obra con el contratista y que se haga la recepción definitiva de la misma y, probablemente, la poca prisa del Ayuntamiento en hacerse cargo de un espacio que requiere un costoso mantenimiento. Lo cierto es que el proyecto para recuperar el muelle de Nueva York arrancó hace ya siete años.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) presentó el proyecto de los arquitectos Antonio Barrionuevo y Julia Molino en 2005, a principios de 2008 empezaron las obras (con un coste de cinco millones de euros) y en septiembre de 2010 se inauguró la recuperación de esta margen del río desde los puentes de San Telmo al de Los Remedios. Después, la maquinaria pesada volvió al muelle para equiparlo (con un coste de 2,5 millones más) porque el proyecto de la Confederación sólo consistía en su recuperación ambiental: no incluía otros usos, ni bancos, papeleras, farolas... Entonces arrancaron otras obras, incluidas en el Plan Turístico de Sevilla conveniado con la Junta, para incluir este espacio en la trama de paseos de la ciudad.

En febrero se anunció que todo estaría listo el 25 de febrero y en marzo el alcalde, Juan Ignacio Zoido (PP), aseguró que el muelle se abriría, por fin, ese mismo mes. En abril, el Ayuntamiento asegura que aún no hay fecha de inauguración, que se perfilan los últimos remates, sobre todo, administrativos.

La pasada semana, sólo un par de operarios daban retoques, como en el techo de uno de los dos kioscos-bares o la prolongación de la barandilla junto al río en la zona más próxima al puente de Los Remedios. Ya lucen incluso dos pantalanes para pequeñas embarcaciones.

De esta segunda fase destacan detalles como que las farolas italianas, según fuentes
consultadas, permiten el control de la intensidad lumínica, y, sobre todo, la mejora en la accesibilidad -nuevas rampas y escaleras- y el importante refuerzo en la vegetación. Eso sí, pasó tanto tiempo desde la obra de la Confederación que se han tenido que sustituir naranjos y chopos, los primeros quemados por el sol y los segundos, enfermos por una plaga.

Entre las novedades más significativas están las siete fuentes de acero que forman pequeñas plazas junto a los naranjales, un guiño a la huerta sevillana, y la larga pérgola que gracias a la vegetación trepante dará sombra. Con todo, el proyecto, en el que el albero sigue siendo un elemento importante, recupera el paseo fluvial y mantiene la imagen de la ciudad elevada por los muros del muelle.

Eso sí, el proyecto incluía la instalación de una galería de artesanos fruto de un convenio con la federación sevillana de este sector pero aún no hay nada cerrado. La falta de fondos ha hecho que no se construya el pabellón del que iban a disponer los artesanos para desarrollar su trabajo. También se pospuso la instalación de otra pérgola en la zona más cercana al puente de Los Remedios, así como de un mosaico de más de 20 metros de largo que representaba el río desde Cantillana a Sanlúcar de Barrameda y Chipiona. Los sobrecostes hicieron que se recortaran estos elementos del proyecto que, según el Ayuntamiento, podrían acometerse más adelante. Eso sí, responsables del proyecto temen que el retraso en la adjudicación del negocio de los bares con veladores podría dar lugar a que el lugar sea diana de los vándalos.

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