El padre de Marta del Castillo consideró ayer “vergonzoso” que los abogados de los imputados en el crimen de su hija hayan advertido de que sería posible atribuir un delito de encubrimiento a quien dé datos que lleven a localizar su cadáver, después de que un benefactor anónimo haya ofrecido una recompensa de un millón de euros por esta información para acabar con el sufrimiento de la familia.
Antonio del Castillo recordó que los propios abogados “son conscientes de que tanto letrados como periodistas o religiosos tienen, en sus oficios, el poder acogerse al secreto de confidencialidad”, explica en una carta recogida por Europa Press. “He de recordar que, no hace mucho, el decano del Colegio de Abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo, abogó por este secreto entre abogado y cliente para recordar, así, que cualquier persona través de un abogado pudiese clarificar este caso”.
Un ciudadano anónimo ha habilitado un teléfono, el 697 24 96 22, al que durante un mes podrá acudir quien tenga algún dato cierto sobre el paradero de Marta. Si esta pista llevase a encontrar su cuerpo, la persona que la ha facilitado recibiría el millón de euros donado por este benefactor, que no quiere darse a conocer. El informante tampoco sería identificado, ya que el donante ha nombrado a un abogado, el cordobés Adolfo Jiménez-Castellano, como intermediario. En virtud del secreto profesional, el abogado daría a la Policía la pista aportada por esa persona, pero no identificaría al informante. Pero los abogados del caso Marta han señalado que esa persona debería ser buscada por la Policía por haber estado 14 meses encubriendo el crimen.
“No intenten ensuciar una buena obra de un anónimo, no echen más tierra encima”, insistió el padre de Marta, que se preguntó “qué les mueve a decir esto, para asustar a quien pueda saber algo”.
