Economía

El pánico al ‘contagio’ griego lleva la irracionalidad a las bolsas

Después del desplome de ayer, del 5,4%, el Íbex 35 pierde todo lo que había ganado en los últimos once meses, y las emisiones españolas de deuda vuelven a encarecerse.

el 04 may 2010 / 10:59 h.

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La bolsa española registró ayer la segunda mayor caída del año, el 5,41%, y concluyó la sesión en el mínimo del ejercicio (con 9.859,1 puntos) presionada por los constantes ataques especulativos contra los activos españoles y europeos.

Así, el índice de referencia del mercado nacional, el Íbex 35, en el que todos los valores bajaron, perdió 563,7 puntos, equivalentes al 5,41%, hasta un nivel similar al registrado a mediados de julio pasado. En lo que va de año, el parqué se ha dejado un 17,43%, frente a la recuperación que había experimentado en 2009.

Entre las principales plazas europeas y mientras el euro se negociaba a 1,303 por dólar, Milán bajó el 4,7%; el índice Euro Stoxx 50, un 3,79%; el mercado parisino, el 3,64%; Fráncfort, el 2,60%, y Londres, el 2,56%.

La subida del 1,3% por ciento de Wall Street el día anterior no impidió que el mercado madrileño abriera con pequeñas pérdidas, que le permitían situarse alrededor de 10.400 puntos.

Poco tiempo después, e ignorante del descenso del desempleo en abril en 24.200 personas en España, iniciaba una bajaba que le llevaría hasta el nivel de 10.000 puntos antes de la apertura de Wall Street.

Entre los desencadenantes de ese gran retroceso del 5% se encontraban los comentarios de la agencia de calificación de riesgo Moody's y de Alemania respecto a la situación de Grecia, su posible extensión a otros Estados y el aumento de los cálculos sobre los requerimientos de fondos que necesita el país heleno.

Mientras acentuaba su caída, el mercado español también se olvidaba del incremento del 0,9% de la producción industrial en la Zona Euro en marzo y el mantenimiento de la máxima calificación crediticia española por Fitch en AAA.

Así, el derrumbe de la bolsa española se acentuó después de la apertura a la baja de Wall Street, que perdía la cota de 11.000 puntos y bajaba alrededor del 1%, lo que elevó el descenso del mercado nacional hasta el 5% y le llevó al mínimo anual durante la sesión de 9.896,80 puntos.

EN ROJO. Todos los grandes valores cayeron en picado: BBVA, el 7,59%; Banco Santander, 7,08%; Iberdrola, el 5,94%; Repsol, 4,4%, y Telefónica, el 3,75%. Pero fue la inmobiliaria Sacyr la que lideró las pérdidas del Íbex, con un retroceso de un 10,15%. Telecinco se dejó un 8,41%, seguida de BBVA y de Banco Popular, con un descenso del 7,34%, mientras que Gamesa perdió el 7,15%; Acciona, el 7,12%, y a continuación se situó el Banco Santander.

Con pérdidas superiores al 6% acabaron OHL, la sevillana Abengoa y Ferrovial, mientras que cayeron más del 5% Iberdrola, FCC y Mapfre.

Y los menores números rojos correspondieron al grupo agroalimentario Ebro Puleva, el 1,77%, seguido de Bolsas y Mercados Españoles, el 1,87%.

La rentabilidad de la deuda española a largo plazo subía nueve centésimas en el día y se ubicó en el 4,11%, en tanto que el efectivo negociado en el mercado continuo se situó en 9.370 millones, de los que algo menos de 4.800 procedieron de las operaciones de inversores institucionales.

PRIMA DE RIESGO. La prima de riesgo ofrecida por los bonos españoles a diez años se situó ayer en 111 puntos básicos respecto al bund alemán (referencia en Europa), frente a los 99 del día anterior.

Por su parte, el coste de los seguros de crédito de la deuda española registraba un marcado encarecimiento al situarse en 185 puntos, con un coste anual de 185.000 euros por cada 10 millones en deuda a 5 años.

Ni Fitch ni Moody's prevén revisar sus notas

Moody's y Fitch mantendrán la máxima calificación crediticia a España como país, que es además la misma que conceden a Alemania, según señalaron a EFE-Dow Jones fuentes de estas agencias internacionales de calificación de riesgo.

Ambas agencias calificadoras mantienen su calificación AAA con perspectiva estable para la deuda soberana emitida por España, una nota de la que gozan también las grandes locomotoras europeas, Alemania y Francia.

Los analistas españoles, sin embargo, prevén que Moody's y Fitch se sumen próximamente a Standard & Poor's (S&P) y rebajen la nota de la solvencia de España para hacer frente al pago de su deuda.

La agencia de medición de riesgos S&P recorte el 28 de abril la calificación de la deuda española con perspectiva negativa por la debilidad de la economía del país, que cree que se va a alargar más de lo previsto. No obstante, su nota está entre las más altas (por así decirlo, de sobresaliente bajó a notable).

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