La reforma del mercado de trabajo es necesaria en España y el debate no puede quedar reducido a la "maníaca" forma del despido gratis o del abaratamiento de los costes del despido. Así se pronunció ayer Salvador Alemany, presidente del Círculo de Economía y de Abertis, en su conferencia Actitudes empresariales ante la crisis en Los diálogos de El Correo.
Que se asigne siempre a los empresarios un despido más barato al hablar de la reforma laboral, argumentó Alemany, equivaldría a decir que los sindicatos españoles sólo defienden los intereses de la pequeña parte de los trabajadores que tienen contratos fijos y no se preocupan, pues, de los eventuales. No ocurre ni una cosa ni otra, ni ninguno puede atribuirle al otro el papel de malo, comentó.
Insistió en que modificar la legislación del mercado de trabajo es "urgente" y si las negociaciones para ello se dejan sólo en manos de sindicatos y patronal, "no llegaremos a la solución". "El coste en puestos de trabajo es demasiado doloroso como para seguir aplazando esta cuestión".
Por tanto, Salvador Alemany, que fue presentado por el presidente de Unicaja, Braulio Medel, opinó que la reforma laboral deberá tener "mucho de consenso y algo de liderazgo político". Y un toque de atención a las empresas. Éstas, dijo, no pueden exigir el compromiso de su equipo si en ellas mismas no existe el compromiso para con su equipo. Prescindir del talento, de la experiencia y la formación, es una visión a corto, no es el futuro.
Alemany, por otro lado, apostó por la promoción de infraestructuras y la colaboración pública y privada para financiarlas, pues significan poner en marcha la máquina económica y del empleo y exigió desvincularlas de la búsqueda de réditos electorales.
