Local

El parricida dice que fue en defensa propia

El hombre de 73 años que mató a su hijo con una segueta en La Puebla de los Infantes aseguró el lunes que lo hizo en defensa propia porque le golpeó con un palo en la espalda tras discutir por unos espárragos. (Foto: EFE).

el 14 sep 2009 / 22:59 h.

TAGS:

El hombre de 73 años que mató a su hijo con una segueta en La Puebla de los Infantes aseguró el lunes que lo hizo en defensa propia porque le golpeó con un palo en la espalda tras discutir por unos espárragos. El acusado afirmó que las peleas con su hijo eran constantes y que maltrataba a su madre.

Unos espárragos provocaron la discusión que acabó con la muerte de Miguel, de 43 años, en la madrugada del 4 de noviembre de 2006 en La Puebla de los Infantes a manos de su padre, que le degolló con una segeta. En el juicio con jurado que se celebra en la Audiencia de Sevilla, el acusado reconoció que había matado a su hijo, aunque dijo que lo hizo en defensa propia porque le golpeó con un hierro en la espalda.

"Me dio con un palo y lo agarré por el pescuezo y lo tiré contra la pared", tras lo que cogió "un serrucho que estaba en una caja y le di una vez" en el cuello, dejándolo sobre la cama de la habitación. Antonio S.B., de 73 años, aseveró que su hijo era un consumidor habitual de alcohol y drogas, lo que provocaba peleas habituales entre ambos. "Me llegó a pegar cuatro o cinco veces", afirmó, "y la Guardia Civil se lo llevaba, pero después de dos o tres días lo soltaban".

El día de los hechos la víctima había bebido -la autopsia le detectó 5,17 gramos de alcohol por litro de sangre- y el acusado reconoció que también, "él estaba pintón y yo borracho".

Antonio, que siguió el juicio y el interrogatorio con mucha dificultad debido a su sordera, explicó al jurado que había estado en el campo recogiendo espárragos y que luego se fue a la taberna, donde se tomó cuatro o cinco copas. Una vez en la casa, Miguel quería vender los espárragos, a lo que el acusado se negó. Fue entonces cuando, según su versión la víctima le golpeó. Antonio acudió al cuartel de la Guardia Civil, pero "estaba cerrado" y pasó la noche bajo unos olivos, tras lo que se entregó por la mañana.

En la vista también declaró una vecina del pueblo, quien afirmó que en el pueblo "hay rumores de que los dos son borrachos y de que se pelean", mientras que uno de los guardias civiles destacó que la víctima "pegaba a su mujer y a su madre". Esta última no quiso declarar, acogiéndose al derecho de no declarar contra un familiar.

Antonio se enfrenta a 20 años de prisión por un delito de asesinato, mientras que su defensa pide 10 años como máximo por homicidio porque "no quería matarlo" y reclamó la atenuante de confesión.

Asimismo, descartó la agravante de parentesco porque "entre ambos no había relación afectiva" y pidió al jurado que comprendiera la situación "explosiva" de la familia, en la que la tragedia "se veía venir". El juicio prosigue hoy con la declaración de los peritos.

  • 1