La biblioteca que la Universidad de Sevilla proyecta construir en el Parque del Prado de San Sebastián supone, además de un hito arquitectónico, una infraestructura cultural de primer nivel para la ciudad, que servirá de puente entre los dos grandes campus de Ramón y Cajal y la antigua Fábrica de Tabacos. El Rector de la Hispalense, Miguel Florencio, ha confirmado en declaraciones a El Correo, que el nuevo edificio diseñado por la prestigiosa arquitecta iraquí Zaha Hadid, sólo ocupará un 8% del suelo de la actual zona verde que impulsó hace una década el ex alcalde Alejandro Rojas Marcos con fondos europeos.
Estas declaraciones de Florencio coinciden con la convocatoria de vecinos de la Huerta de la Salud y otros colectivos ecologistas y conservacionistas, que denuncian un nuevo "arboricidio" en la ciudad. Florencio, sin embargo, ha subrayado que de los 229 ejemplares de árboles y palmeras que serán eliminados de la zona, 150 serán replantados en cuatro campus de la Universidad: Odontología, Bermejales, Ingenieros y el Rectorado. Los otros 79 se trasplantarán a un solar anexo al parque del Prado.
La Hispalense está próxima a adjudicar las obras por 22,5 millones de euros mediante un concurso al que han optado 28 empresas. El edificio tiene formas estilizadas, vanguardistas y supondrá, amén de un atractivo turístico, un contenedor cultural de primera magnitud que, sin duda, revitalizará la zona.
Con este proyecto gana la Universidad, pero también los residentes, que tendrán para ellos y sus hijos un foco de cultura al tiempo que verán cómo el parque del Prado, infrautilizado por su cercanía con el de María Luisa, se verá reactivado manteniendo un 92% de su zona verde actual. ¿Qué colectivo vecinal de Sevilla no querría tener una gran biblioteca en su barrio renunciando a una mínima parte de zona verde, teniendo al lado otro parque aún mayor?
