El Sevilla comienza hoy una andadura que, en 38 jornadas que se alargarán durante nueve meses y medio, pueden desembocar en la gloria o en el infierno. Nada le valdrá al sevillismo que esa meta no esté entre los seis primeros y el nombre de su equipo vuelva a pasearse por Europa tras una temporada sin viajes continentales.
Pero el caldo de cultivo entre la hinchada no es el mejor para empezar una temporada. De las ilusiones y las esperanzas depositadas en los veranos previos a otras campañas se ha pasado al hastío y a la confrontación, ingredientes nada apetitosos y que pueden fabricar una bomba de relojería difícil de manejar y que puede explotar en el momento menos indicado y donde más daño pueda hacer.
Más allá del tenso ambiente que parece que se va a vivir en el Sánchez-Pizjuán hasta que no se solucione el enfrentamiento entre los Biris Norte -y una buena parte de aficionados externos a ellos que los apoyan- y el consejo de administración, las sensaciones deportivas del grupo que dirige Míchel son agridulces.
Por un lado, Monchi se ha movido bien en el mercado y ha reforzado casi todo lo que podía y necesitaba. Además, ha aligerado la plantilla quitando el lastre que Míchel no quería y ha puesto en manos del madrileño una nómina que se adapta perfectamente al sistema que el técnico toma como axioma y que, en vista de que aquella plantilla estaba hecha para otra cosa, no se atrevió a utilizar el pasado ejercicio. Por último, alguno de los recién llegados como Cicinho, Rabello o Kondogbia despiertan la ilusión de que el director deportivo de San Fernando haya recuperado su don divino a la hora de pescar en un mercado en el que ahora bucea con menos recursos.
Sin embargo, en los partidos de pretemporada el Sevilla ha movido su rendimiento entre el pico de la solvencia y el de la mediocridad sin pasar nunca por la brillantez. En resumen, lo mismo que en unas últimas temporadas en las que Nervión se ha aburrido sobremanera.
Míchel dijo hace semanas que tiene claro cuál es el once tipo con la plantilla que tiene. La principal novedad será el 4-3-3 que ha usado durante toda la pretemporada y para el que se le ha conformado el equipo. De los fichajes, parece que sólo Diego López, Botía y Cicinho partirán como titulares, mientras que Hervás empezará en el banquillo. No podrán estar ni Maduro ni Kondogbia y Rabello no ha sido citado.
Enfrente estará el Getafe, un equipo al que el Sevilla le ha ganado sólo en una de sus cuatro visitas y experto en encender la cerilla cuando el ambiente es inflamable. Como lo será hoy.
Alineaciones probables:
Sevilla FC: Diego López; Cicinho, Fazio, Botía, Fernando Navarro; Medel, Trochowski, Rakitic, Jesús Navas,Reyes y Negredo.
Getafe CF: Moyá; Valera, Alexis, Abraham, Mané; Lacen, Xavi Torres o Juan Rodríguez, Pedro León; Barrada, Lafita; y Miku.
Árbitro: Alfonso Álvarez Izquierdo (Comité Catalán).
Estadio: Ramón Sánchez Pizjuán.
Hora: 21.00.
