El vicesecretario general del PSOE andaluz, Luis Pizarro, aseguró no querer alimentar la polémica "sin sentido" abierta sobre quién elegirá al candidato a la Alcaldía de Sevilla pero aprovechó para dejarle claro a Monteseirín que son los órganos del partido y no los militantes los que tomarán la decisión.
Si existía alguna duda ayer el número dos del PSOE andaluz lo dejó claro.
Sin referirse a la dura pugna interna abierta entre el secretario general de los socialistas sevillanos, José Antonio Viera, y el alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín, Pizarro no dejó pasar la ocasión para volver a evidenciar el apoyo de la dirección regional del PSOE al primero.
El pulso entre los dos líderes del PSOE sevillano, lejos de enterrarse en el último congreso provincial de julio sigue vivo y aflora cada dos por tres con diversos motivos, el último, la elección del candidato para las próximas municipales previstas para 2011. Después de que Sánchez Monteseirín defendiera que son "las bases", los militantes, los que eligen al candidato, Viera le replicó que la elección correspondía al partido.
El alcalde situó entonces la decisión en manos de la ejecutiva federal y no en la ejecutiva provincial. Y así ambos escenificaron de nuevo la distancia que les separa y lo que es una evidencia: el PSOE sevillano sigue echando sal a las heridas abiertas en su último cónclave.
Ayer Pizarro, respondiendo a los periodistas, aseguró que ese proceso de elección del candidato está reglado con claridad en los estatutos del partido. "Los militantes tienen capacidad de propuesta y de pronunciarse en relación a la candidatura", admitió el número dos del PSOE andaluz, "pero los órganos democráticamente elegidos por el partido también tienen responsabilidad y capacidad para pronunciarse, incluso a veces en contra de lo que ha apoyado la mayoría de la asamblea", agregó.
Pizarro dejó claro que la última palabra corresponde al partido y remachó que "a veces cuando ha existido un conflicto" es la dirección la que ha tomado la decisión final.
A Pizarro le disgusta la polémica. "No me gusta opinar sobre cuestiones que no tienen sentido ni entrar en un debate que está reglado en el partido", aseguró. Sobre todo cuando queda aún mucho tiempo. "El debate se pondrá en marcha en el año 2011 o a finales de 2010", afirmó el líder socialista.
Pero Pizarro sabe que será difícil acallar la guerra interna del PSOE de Sevilla. Una pugna viva desde el último congreso de julio, al que el partido llegó con dos candidaturas que hasta última hora iban a pelear por la dirección, si bien finalmente los afines al alcalde -encabezados por el ex delegado del Gobierno de la Junta, Demetrio Pérez, al que su candidatura le ha costado su puesto- se retiraron de la pelea con Viera.
Ahora la batalla será la elección del candidato a la Alcaldía. Monteseirín jugará a tener el control sobre las agrupaciones locales para blindarse frente a Viera. El PSOE andaluz ya le ha dicho que eso no le basta.
