Los socialistas andaluces harán campaña con un doble objetivo: reeditar su mayoría en Andalucía y lograr que Zapatero siga gobernando España. Para eso sacarán del cajón polémicas del pasado porque "no es lo mismo" que esté Aznar que Zapatero en La Moncloa.
El lema coincide con el estribillo de una pegadiza canción de Alejandro Sanz, aunque el secretario de Organización del PSOE andaluz, Luis Pizarro, (que casualmente es tío carnal del artista) aclaró que es sólo eso, pura coincidencia. Los socialistas arrancaron ayer una gira por toda Andalucía en la que sus consejeros y diputados, a la vez que venden la gestión y los presupuestos de 2008, traen a la memoria esos capítulos negros de la confrontación PSOE-PP durante la etapa Aznar.
"Consiste en decirle a los ciudadanos que ojo con votar al PP", señaló Pizarro, y de camino dejar claro que papel jugaron Mariano Rajoy Javier Arenas, hoy candidatos, en ese gobierno. El tono lo dio el presidente andaluz, Manuel Chaves, el día de su proclamación como candidato a principios de octubre. "En las elecciones nos jugamos que se trate a Andalucía con justicia o volver a la marginación", declaró Chaves.
La lista de agravios no es nueva. La recita ya de memoria cualquier militante andaluz del PSOE. La deuda de la financiación (2.500 millones), el recurso contra la subida de las pensiones, la deuda histórica, el reparto de fondos europeos. "Tenemos que poner una cosa aquí y otra aquí", explicó Pizarro con una mano junto a otra, "que nos quitó ese gobierno, con qué se quedó el PP y que nos ha devuelto el PSOE".
De momento ésta es sólo una primera parte. Los socialistas barajan convertir esta gira en una campaña publicitaria que entraría a todo trapo para calentar el ambiente electoral, más o menos tras Navidad. En el PSOE discuten sobre el tono, más o menos agresivo, que debería tener esa campaña. Lo que sea se hará, defienden, con hechos reales.
Por el momento, el PSOE sigue jugando a deshojando la margarita sobre la fecha de las próximas elecciones autonómicas. Nadie duda ya de que serán conjuntas con las generales, aunque los dirigentes socialistas siguen poniendo la muletilla de "si coinciden". Tampoco hay dudas sobre la conveniencia de que no fueran el 2 de marzo, sino el 9, ya que la primera fecha coincide con el puente del 28-F.
