Juan Jiménez comunicó a su equipo de gobierno el pasado mes de marzo que se presentaba a la reelección como rector de la Olavide. Hoy, ni cinco meses después de las elecciones en las que revalidó el cargo, comunicará a ese mismo equipo de gobierno si continúa o no en el puesto, como adelantó ayer elcorreoweb. El fiasco -el segundo- del campus de excelencia, del que la Universidad Olavide quedó excluida el pasado viernes con su proyecto CamBio, es el motivo.
Jiménez se fue el pasado viernes de la universidad avisando a sus más cercanos colaboradores de la intención de sopesar muy seriamente su continuidad al frente del rectorado. Los que le conocen subrayan que estaba muy enfadado con el resultado de la convocatoria. "Si en el mes de junio fuimos el segundo proyecto nacional mejor valorado en la fase de clasificación, no se entiende que ahora nos hayamos quedado con dos palmos de narices", afirman algunas de las fuentes consultadas por este periódico.
Desde la UPO subrayan que no hay una decisión tomada, pero fuentes universitarias confirmaron a este periódico que Jiménez ya ha remitido incluso un correo electrónico a otros responsables de universidades andaluzas despidiéndose y alegando que lo hace para dejar paso a otro rector con un "perfil más político". Desde la Universidad matizaron que en cualquier caso esta comunicación es "reversible", que "no hay una decisión tomada" y que puede responder más al "enfado y el calentón" ante la decepción personal que supuso la exclusión de la UPO del Campus de Excelencia.
El rector de la Olavide había convertido la consecución del Campus de Excelencia en uno de los pilares de sus últimos cuatros años en el gobierno de la universidad, tal y como reconoció en una entrevista el pasado marzo con El Correo. Y en ello había volcado su saber académico y científico. En la Olavide no quieren en esta ocasión echar más leña al fuego y ver manos negras detrás de su exclusión de este proyecto de excelencia. "El proyecto es científica y académicamente muy bueno. No lo decimos nosotros, sino la propia evaluación previa del Gobierno", resaltan las citadas fuentes.
Lo cierto y verdad es que, tras la última convocatoria, la Olavide es la única universidad de la comunidad autónoma (junto con la UNIA que, no obstante, es un campus muy sui generis) que se ha quedado sin este marchamo de calidad una vez celebradas las dos convocatorias.
En cualquier caso, sea cual sea la decisión que anuncie hoy Juan Jiménez, la realidad es que ni en el equipo de gobierno ni dentro de la comunidad universitaria se ha pedido la cabeza del rector de la UPO. Más bien lo contrario. Todas las partes consultadas esperan que la posición de Jiménez sea más fruto de un "calentón" que de una decisión firme e irrevocable.
La Olavide está a la espera de que el Ministerio de Educación le haga llegar el informe con los motivos por los que el proyecto CamBio no ha merecido la calificación de campus de excelencia. "Lo vamos a exigir hasta que nos lo den", afirmaba Pilar Paneque, coordinadora del mismo, el día en el que conocieron la "desagradable noticia".
Desde ese momento, Jiménez empezó a sopesar una posible renuncia a su puesto de rector, aunque ésta no se formalizaría hasta hoy, cuando a las diez de la mañana están convocados todos los vicerrectores en el consejo de dirección para tratar el futuro de la universidad después de su exclusión del sello de excelencia internacional. En caso de que Jiménez presente hoy su dimisión, el vicerrector de Relaciones Institucionales, Luis Pérez Prat, sería el que asumiría el cargo hasta que se convocaran nuevas elecciones. Y todo, en menos de cinco meses desde las últimas.
En ese escenario la UPO tendrá que resolver cuestiones como si establecerá alianzas con otras universidades que tengan proyectos de excelencia o cómo encarar el futuro económico de la Universidad al perder los fondos del Campus de Excelencia.
