El estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ha vivido de nuevo otra conjura de cara al importante partido del próximo jueves ante el Oporto. Tras la victoria ante el Espanyol, los jugadores hicieron una piña en el centro del campo mientras todo el público le alentaba para darles ánimos para intentar eliminar al Oporto y llegar de nuevo a otra semifinal europea.