Lautaro Acosta ha puesto mucho de su parte para jugar los cinco próximos años en el Sevilla FC. Hubo un momento en el que el precio que exigía Lanus se escapaba de los cálculos sevillistas, pero el sueldo del jugador, relativamente bajo para Europa, equilibró el asunto.
La negociación del Sevilla FC con los dirigentes de Lanus fue durísima porque aunque Lautaro Acosta, el primer fichaje del Sevilal esta temporada, es muy del gusto de la dirección deportiva, la cotización que le estaba dando su equipo estaba fuera de mercado. De hecho, la expedición sevillista formada por el director general y vicepresidente José María Cruz, y el director deportivo Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, sabían perfectamente que a Boca Juniors se le hubiera aceptado una oferta por ocho millones de dólares, que es el precio por el que más o menos se manejaba la cotización del jugador antes del interés del Sevilla, que en su actual condición eleva los precios de lo que pretende.
Fueron horas y horas de reuniones a tres bandas porque con el precio que pedía Lanus, la contratación se podía ir al traste. Pero las cuentas le empezaron a salir al Sevilla, pese a los 7 millones de euros del traspaso, porque la predisposición del jugador a cobrar un salario que para Europa es bastante moderado (no llega a los 500.000 euros por año) hizo posible el negocio que se torcía con el paso de las horas ante la negativa de Lanus de ajustarse algo más en el precio.
El Sevilla, como en toda operación, suma la cantidad del traspaso y lo que cobra el jugador y lo divide por el número de años de contrato por los que firma, para obtener la cantidad que tiene que amortizar por temporada. Y con esa suma, el fichaje del joven mediapunta argentino sí pudo entrar en los planes, lógicamente haciendo un esfuerzo que incluso el propio Monchi ha agradecido públicamente al consejo de administración y al presidente, porque la operación no deja de ser alta para un chaval de 20 años que está por ver cómo encaja deportiva y personalmente en la Vieja Europa.
