El Sevilla tiene desde anoche un motivo más para soñar. Las buenas sensaciones de esta pretemporada fueron ayer una realidad en Old Trafford ante el todopoderoso Manchester United en el partido homenaje a Rio Ferdinand. Los de Emery regalaron una exhibición de fútbol en los primeros cuarenta y cinco minutos de partido que les permitió irse al descanso con 0-2 en el marcador y dejando la sensación de que está temporada, aunque no hay objetivo marcado, el nivel debe ser bastante elevado.
La apuesta del entrenador Unai Emery fue muy clara y vuelve a demostrar qué quiere para este año:mucha movilidad y variedad en la zona de ataque. Desde el primer minuto los sevillistas tomaron el dominio del partido para tocar y tocar hasta que se encontrara el hueco por el que llegar con claridad a la meta de De Gea. Tras un par de llegadas sin demasiado peligro del Sevilla, que ya se intuía que no estaba amilanado ni por el rival ni por el escenario, la primera ocasión sin embargo fue para el local Henríquez. Un hueco en la pareja de centrales del Sevilla lo dejó solo ante el portero Beto pero no fue capaz de batirlo. El luso estuvo muy rápido en su salida y logró sacar el mano a mano al delantero del Manchester.
Con los laterales muy adelantados, el Sevilla continuó tocando hasta que volvió a demostrar por qué ha ilusionado tanto. Un magistral pase de Perotti a un excelente desmarque de Vitolo dentro del área dejo al canario sólo ante De Gea. Y aunque estaba algo escorado logró batirlo por bajo gracias a un sutil golpeo de balón que logró poner el 0-1 en el luminoso. Eran los mejores momentos del Sevilla que, con la confianza por las nubes pasó a disputar sus mejores minutos de la primera parte. Ytan buenos fueron que cinco minutos después un contraataque de libro entre Marin, Bacca y Vitolo con tiqui taca incluido en el área y cargando incluso la suerte si me permiten el símil taurino terminó con aleman Marin empujando a placer desde el borde del área pequeña para anotar el segundo. Y pudo ir a más, ya que el alemán mandó un balón al palo que podía haber supuesto el tres a cero aunque también el Manchester pudo acortar distancias gracias a un cabezazo de Kagawa que sacó Beto desde la misma línea de gol gracias a sus reflejos de gato. En la segunda parte, el Sevilla notó el bajón y el partido ante el Podgorica. Los Diablos Rojos apretaron de lo lindo pero el Sevilla supo achicar y sufir, aunque Valencia sí logró batir a Beto llegando desde atrás y rematando a bocajarro un buen pase de Januzaj. Antes del pitido final, Rabello logró el 1-3 tras un gran pase de Gameiro y certificar una gran victoria sevillista en uno de los grandes estadios de Europa.
