El taller de empleo que desde febrero restaura el palacio de Benamejí, sede del museo municipal, ha permitido salvar la portada del emblemático edificio del XVII, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), de un deterioro que amenazaba con provocar desprendimientos a la calle.
Según David Asencio, director del taller, una de las figuras que flanquean el escudo de la portada pétrea del palacio de Benamejí tenía solo una precaria abrazadera de latón como elemento de sujeción de un pie de la escultura. "Esa pieza estaba sujeta a una cornisa pero sin ningún otro elemento que la sustentara, con el evidente riesgo de desprendimiento con una mala racha de viento", asume Asencio.
Precisamente ha sido en la portada donde más intensa ha sido la restauración de los alumnos del módulo de cantería. "El estado de conservación de distintas zonas del palacio no es sólo grave, sino muy grave", señala Asencio, "y lo más significativo y la prioridad es la portada, por su significado histórico y patrimonial y porque es muy vistosa y su estado es muy malo".
Esos trabajos intentan "devolver a la portada el esplendor y la majestuosidad que tuvo". "La tarea primordial de la restauración intenta que la piel de la portada vuelva a lucir como antes", enfatiza el director del taller de empleo.
No ha sido la mala sujeción de estas esculturas la única curiosidad que se han encontrado los restauradores. También han tenido que tratar inscripciones hechas por reclutas que hablaban del antiguo pasado militar del edificio -fue sede de la Comandancia Militar desde alrededor de 1910 hasta su cesión en 1995 al Ayuntamiento, y no son pocos los ecijanos que aún lo llaman la Comandancia - hasta "otro tipo de actuaciones con intención de que sirvieran como conservación".
