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La ciclogénesis explosiva o tormenta perfecta que tuvo en alerta a casi toda España el fin de semana abandonó ayer la Península Ibérica, dejando tres muertos en España, dos en Portugal, numerosos cortes del suministro eléctrico, caídas de árboles y techos y la cancelación de más de un centenar de vuelos, la mayoría con destino a Canarias. La tormenta Xynthia se trasladó al centro de Europa con unos efectos especialmente devastadores en Francia, donde causó medio centenar de víctimas mortales, mientras que en Alemania dejó cuatro fallecidos y en Bélgica uno.
La Seguridad Civil gala informó de que sólo en el departamento de Vendée fallecieron al menos 29 personas como consecuencia de las lluvias e inundaciones que provocó el temporal que afectó a la fachada atlántica del país. El Ministerio del Interior informó a media tarde que el número de muertos ascendía a al menos a 47 pero las autoridades advirtieron de que esta cifra podría aumentar al medio centenar. En esa zona del centro de la costa oeste del país el temporal, con vientos cercanos a los 150 kilómetros por hora y fuertes lluvias, coincidió con una pleamar que inundó numerosas zonas costeras. El presidente Nicolas Sarkozy anunció que se desplazará hoy a las regiones más afectadas.
El presidente de la empresa Electricité de France (EDF) confirmó que en la tarde de ayer cerca de un millón de hogares estaban sin electricidad y dijo que en las próximas horas se iría restableciendo el servicio en las zonas aún sin suministro, pero reconoció que habrá zonas en las que se tardarán días en volver a la normalidad. Xynthia también causó problemas en el tráfico aéreo y ferroviario.
Los cuatro muertos en Alemania fueron alcanzados por árboles que fueron derribados por las fuertes rachas de viento, que también produjeron daños de consideración en los estados alemanes del Sarre, Renania-Palatinado y Baden-Württemberg, todos fronterizos con Francia. Los vientos huracanados obligaron ayer a cerrar la autopista central de Alemania, la A3 a la altura de Fráncfort, ciudad en la que tuvo que cerrar igualmente su estación central, donde se suspendió el tráfico ferroviario ante el peligro de daños en la catenaria y de caída de árboles en las vías.
El fallecido en Bélgica es un hombre de unos 60 años al que también le cayó un árbol.
Remite el temporal. Mientras, ayer en España el temporal amainó, aunque ocho personas resultaron heridas en el País Vasco en un accidente de tráfico, dos de ellas graves, al caerles un cartel a causa de los fuertes vientos en la autopista AP-1 en Guipúzcoa. Además, en Euskadi ayer, al cierre de esta edición, había 8.000 hogares sin suministro eléctrico, de los 60.000 abonados que sufrieron cortes de luz por la tormenta perfecta.
El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, informó de que ayer por la tarde ya no había ninguna provincia en alerta y que la borrasca se había comportado "más o menos" según lo previsto. Rubalcaba agradeció la prudencia de los ciudadanos y la actuación de los servicios públicos. "El país ha funcionado bien: las comunidades han estado coordinadas y el Estado también, y creo que nos debemos felicitar de cómo han funcionado los servicios de seguridad", dijo. Interior movilizó a 20.000 funcionarios por la tormenta.
Pero este temporal dejará paso a partir de hoy a la lluvia y a la nieve. Así que estarán en alerta amarilla por nieve zonas altas de Burgos, León, Palencia, Segovia, Soria, Zamora, Lugo, Ourense y Asturias.
