Después de la polémica y dolorosísima derrota de anoche ante el Atlético de Madrid , la plantilla del Real Betis Balompié inició sin tiempo para lamentos la preparación del encuentro del sábado (18.00 horas) ante el Málaga CF.
Con sólo dos días de margen y con el hastío provocado por las decisiones arbitrales de Álvarez Izquierdo -llueve sobre mojado-, la lluvia de verdad también se encargó de endurecer la sesión matinal programada por Pepe Mel con el objeto de recuperar a sus jugadores, tanto de la paliza física como de la moral.
Así, los hombres que jugaron de inicio ante los ‘colchoneros' saltaron al campo pero enseguida se retiraron para continuar con el trabajo de rehabilitación, mientras el resto del plantel, incluidos los expulsados Perquis y Campbell, prosiguió en el césped durante unos minutos bajo un aguacero considerable que terminó por obligarles a retirarse a los vestuarios y al gimnasio para completar el trabajo.
En suma, los jugadores verdiblancos iniciaron la puesta a punto para asaltar La Rosaleda, aunque eso sí... empachados y empapados.
