El consejero de Empleo, Antonio Fernández, avisó ayer de que "no está en el camino" de ceder por la huelga de hambre de los ex mineros de Boliden, que explotaba la siniestrada mina de Aznalcóllar, con peticiones "desmedidas", y tras rechazar los puestos de trabajo que les ofertó la Junta de Andalucía en Cobre las Cruces.
Cinco mineros están desde el pasado lunes en huelga de hambre en el campamento que tienen montado desde hace semanas delante del Parlamento de Andalucía para reclamar los puestos de trabajo en la empresa pública de gestión medioambiental Egmasa, que ocuparon desde el vertido tóxico que cerró la explotación en Aznalcóllar para recuperar el área degradada, dado que no están conformes con los empleos ofrecidos en la mina que se ultima entre Gerena, Guillena y Salteras.
Sin embargo, el titular de Empleo en la comunidad autónoma recalcó que existe una "desproporción" entre lo ofertado por la Junta de Andalucía, de acuerdo a lo recogido en la mesa de negociación, y lo que los mineros piden. Indicó que los compromisos se cumplieron, "algo que está garantizado y demostrado", pero que los mineros quieren trabajar en unas "condiciones determinadas que no proceden".
"Las medidas que están tomando son absolutamente desmedidas y no justificadas", añadió el consejero, quien manifestó que estos trabajadores "en legitimo uso de los derechos civiles han optado por acamparse y hacer una huelga de hambre", algo ante lo que "no se dio por "afectado". Negó también que la situación esté enconada y que los mineros le hayan pedido una reunión para abordar el tema.
En los mismos términos se manifestó, el otro consejero implicado, el de Innovación, Ciencia y Empresa, Francisco Vallejo, quien recordó que los mineros "rechazaron" varios puestos de trabajo ofrecidos. "Poco se puede hacer más por ellos en un contexto donde hay gente que se daría bofetadas por los empleos que se les están ofreciendo a ellos", concluyó.
No es la primera vez que los consejeros arremeten contra la actitud de los mineros, que consideran "injusta" con la situación actual por el "privilegio" que se les concedió de buscarles un puesto de trabajo en su mismo oficio, la minería, una vez que se quedaron sin trabajo en Egmasa y previamente en la mina de Boliden, cerrada dos años después del vertido tóxico de 1998.
Situación. En este contexto, los mineros están empeñados en seguir luchando por lo que creen y, a esta huelga de hambre se sumará una marcha que protagonizaron desde hoy sus mujeres.
Éstas partirán desde la mina Las Cruces a primera hora y realizaran la marcha en dos etapas. En la primera harán noche en La Algaba, adonde esperan llegar a la 1.00 horas de mañana. Mientras, el viernes volverán a ponerse en camino a las 8.30 horas con la previsión de llegar a la capital hispalense por la tarde para unirse con sus maridos.
