La sociedad Equipark, dependiente de Azagra, no puede ejecutar los trece aparcamientos de residentes proyectados en 2004 y adjudicados en 2007. El Ayuntamiento negocia cómo retirar la concesión a la empresa, pero ya ha definido cómo se resolverá la situación. Emvisesa promoverá las obras para que la mayoría finalicen este mandato.
El Ayuntamiento de Sevilla asumirá, a través de la empresa municipal de vivienda Emvisesa, la construcción de 13 de los aparcamientos del plan director anunciado en 2004 que acumulan años de retraso. La empresa Azagra, accionista de la firma Equipark, no tiene liquidez suficiente para aportar los avales necesarios para llevar a cabo las obras, lo que llevó a la Delegación de Movilidad a iniciar unas negociaciones con la compañía que están a punto de concluir. Hay dos vías abiertas. Por un lado, una renuncia negociada a los contratos adjudicados en 2007 por un importe de 44 millones de euros y una cesión de las concesiones al Consistorio sin que esto repercuta en las arcas municipales. Por otro, un complejo procedimiento de rescate por incumplimiento flagrante del contrato que además de abrir una prolongada vía judicial tendría serias repercusiones para la empresa adjudicataria que quedaría invalidada para hacer obras públicas en plena época de crisis económica.
Al margen de cómo se resuelva el contrato, la decisión que sí está tomada, según confirmaron desde el área de Movilidad, es que será la Administración pública la que dé respuesta al problema. Una vez recuperada la concesión de los 13 aparcamientos, el Ayuntamiento realizaría una adjudicación directa a la empresa municipal de vivienda -una fórmula que permite acortar los plazos- que ejercería de promotora de las obras. Tendría, eso sí, que sacarlas de nuevo a concurso tratando de aprovechar al máximo la labor ya realizada.
El área de Movilidad, que dirige Francisco Fernández, confía en que esta intervención pública permita retomar estos trece proyectos y relanzar el plan director de aparcamientos que fue presentado como una de las propuestas estelares del Gobierno local, y que se ha convertido en un lastre para el Ayuntamiento en determinados barrios, especialmente en los distritos Este y San Pablo-Santa Justa, donde pertenecen varios de los aparcamientos con las obras paralizadas. "Nuestro compromiso no es con la empresa es con todos los vecinos a los que tenemos que responder y que de una manera u otra se hagan los aparcamientos", resumió recientemente en una intervención pública el delegado de Movilidad, Francisco Fernández.
Pero los plazos no son el único problema que ha generado el retraso de los trece aparcamientos adjudicados a Equipark en los que están proyectadas alrededor de 4.000 plazas. Muchos de los vecinos han abonado ya 1.000 euros en concepto de reserva. Ni la empresa ni el Ayuntamiento quieren difundir cuántas personas han realizado ya estos pagos, pero la mayoría de las plazas ya se han sorteado y apenas hay vacantes, según explican desde la propia empresa Azagra.
En los últimos meses se ha disparado el número de vecinos que ha solicitado la devolución de las cantidades aportadas en concepto de reserva debido a la paralización de los proyectos. El Ayuntamiento garantiza que la empresa devolverá estas cantidades, pero desde la asociación de consumidores Facua y desde determinados sectores vecinales se advierte de los retrasos en los reintegros.
Las obras paradas tienen también sus efectos urbanísticos y sociales en los barrios. En Bami, la plaza de Rafael Salgado está vallada y han quedado inutilizados los juegos infantiles allí situados. En el Valle están congeladas la construcción de un colegio y de un centro deportivo.
