El pabellón de Australia celebró ayer su Día Nacional arropado por decenas de australianos que entre vítores y aplausos hicieron patria a miles de kilómetros de distancia. El ministro de Turismo, Alan Griffiths, asumía la representación oficial en esta jornada repleta de actuaciones de grandes artistas australianos ejemplos del creciente talento de esta joven nación con vocación de líder en el concierto mundial.