Una de las nuevas salas del tanatorio de Morón de la Frontera, instalada en el cementerio, entró por fin en funcionamiento el pasado viernes. Las salas se encuentran en la parte exterior del camposanto y separadas del área de enterramientos.
La empresa Estudios y Ejecuciones se encargó de habilitar el tanatorio. José María Bravo, concejal de Cementerio, señaló que en "unos 10 días" estará también finalizada una segunda sala.
En las nuevas dependencias se cuenta con aire acondicionado y calefacción, además de una marquesina exterior. La sala recién abierta dispone de máquinas de café y agua para aliviar las necesidades de los parientes en duelo.
También están renovados los servicios con los que cuenta esta parte ajardinada del cementerio y el mobiliario urbano, como bancos y papeleras nuevos.
Las instalaciones están totalmente acondicionadas para "hacer lo más liviano posible a las familias el trance que deben pasar a la pérdida de un ser querido", continuó el edil del PP, quien pidió "disculpas a los ciudadanos por las molestias causadas mientras se están acondicionado estas dependencias".
Y es que el acondicionamiento del tanatorio no está exento de polémica. El pasado mes de enero los vecinos reaccionaron con disgusto ante el traslado provisional del tanatorio junto al Parque Fuente Nueva.
Los usuarios del parque, y más todavía las familias con difuntos, consideraron "poco adecuado" que junto a los duelos se disputaran partidos, ya que en el parque existen áreas de ocio y campos de fútbol. Un vecino, Luis Francisco Marqués, resumió así la situación: "El parque está siempre lleno de niños que vienen a jugar y no es agradable poner un tanatorio en un sitio como éste, y, además, no es normal jugar al fútbol mientras al lado hay personas llorando a un muerto".
El tanatorio se ubicaba hasta el pasado 1 de enero en el Hospital San Francisco, ahora integrado en la red del Servicio Andaluz de Salud, (SAS). Uno de los inconvenientes del acuerdo fue el obligado traslado del tanatorio, que en un principio tuvo que asumir la población de Marchena, a 25 kilómetros.
Con la puesta en marcha del nuevo tanatorio a las puertas del cementerio se acaba en tres meses y medio con una situación que había alterado la costumbre de velar con tranquilidad a los seres queridos al morir. Y en días estará terminado del todo.
