Los extranjeros que visiten la Unión Europea en un futuro serán fichados a través de huellas dactilares y un escáner de la cabeza. Ésa es la propuesta con la que la Comisión Europea quiere hacer frente a la inmigración ilegal, el terrorismo y el crimen organizado. La previsión europea es que se ponga en marcha en el horizonte del año 2015.
La creación de este registro de entra- das y salidas de ciudadanos de países extracomunitarios es la medida estrella de la estrategia que aprobó ayer la Comisión Europea para poner una gestión integrada de las fronteras europeas. El plan incluye la creación de un sistema electrónico de autorización de viajes a la UE -similar al que ya funciona en Australia-, y la aplicación de un registro de viajeros de bajo riesgo que entreguen previa- mente datos personales y crucen las fronteras por puertas automatizadas.
Además, la Comisión propone reforzar la agencia Frontex, con la constitución de un cuerpo comunitario de guardias fronterizos, a la vez que se atisba la creación de un sistema euro- peo de gestión de las fronteras de la Unión Europea en el este y en el sur, es decir, la ribera mediterránea.
"Queremos facilitar los viajes de las personas honradas e impedir la entrada de terroristas, inmigrantes ilegales o delincuentes", afirmó ayer el comisario europeo de Justicia, Seguridad y Libertades, Franco Frattini, al explicar que los ciudadanos de terceros países serán fichados al entrar en territorio comunitario con datos biométricos como un escáner de la cara o huellas dactilares.
Frattini destacó que las personas que llegan legalmente a la UE por un período temporal pero luego se quedan de forma indebida constituyen el factor número uno en la inmigración ilegal, y no "las personas desesperadas" que llegan de África en pateras a España, Italia o Malta. El sistema alertaría de forma automática si un extranjero que llegó a la UE de forma temporal no sale de suelo comunitario, y los datos biométricos almacenados permitirán identificarlo incluso si destruye su documentación
En cuanto a los viajeros habituales y "de buena fe", la CE plantea que entreguen voluntariamente sus datos biométricos y de su pasaporte para que puedan cruzar rápidamente los pasos fronterizos en los aeropuertos por puertas automatizadas equipadas con aparatos de control. Cuatro aeropuertos europeos, entre ellos los de Schiphol (Amsterdam) y Heathrow (Londres), ya tienen mecanismos que realizan escáneres del iris de los ojos de los viajeros, cuyos datos fueron almacenados en su primera visita. Estas iniciativas deben estar en marcha en un período de entre 5 y 7 años, según explicó el propio Frattini.
La UE registra cada año 300 millones de entradas y salidas por sus fronteras exteriores: 160 millones de ciudadanos, 60 de países que no requieren un visado de entrada y 80 millones de personas de países a los que sí se exige un visado. La Comisión Europea debe presentar ahora las propuestas legislativas, que deberán ser aprobadas por los Veintisiete, que actualmente estudian otra propuesta para crear un registro de datos de pasajeros que llegan por avión.
Frente a algunas dudas surgidas de miembros del Parlamento Europeo sobre las consecuencias de estas medidas en las libertades individuales y la privacidad de los datos, Frattini aseguró que la información se protegerá "por la más estricta legislación europea de protección de datos". Además, rechazó también las críticas a los que creen que quiere poner en marcha una "fortaleza Europa", al señalar que no se busca cerrar a la UE del resto del mundo, sino que la Unión sea "capaz de hacer respetar la ley" en su territorio.
