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Expertos en desaparecidos se suman a la búsqueda de Marta

La familia de Marta del Castillo, la joven de 17 años que lleva desaparecida desde la noche del sábado, sigue sin pistas tras cuatro días de intensa búsqueda. El delegado del Gobierno dijo ayer que se siguen barajando "todas las hipótesis", desde que se fuera por voluntad propia hasta que alguien se la llevara

el 15 sep 2009 / 21:52 h.

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La familia de Marta del Castillo, la joven de 17 años que lleva desaparecida desde la noche del sábado, sigue sin pistas tras cuatro días de intensa búsqueda. El delegado del Gobierno dijo ayer que se siguen barajando "todas las hipótesis", desde que se fuera por voluntad propia hasta que alguien se la llevara. Pero el tiempo juega en su contra.

Las autoridades y la Policía pide a la familia paciencia y que no pierdan la esperanza, pero la angustia y el temor a un desenlace fatal van calando en la familia de la joven. Su padre, Antonio del Castillo, reclamó ayer a las autoridades ayuda psicológica especializada para afrontar el trance, que tiene sumidos en la tristeza a los padres y abuelos. La madre de Marta lleva días sedada y el padre no fue capaz de hablar con los periodistas ayer para informar de las escasas novedades en el caso. Marta fue vista por última vez a las 21.30 horas del sábado en el portal de su casa de la calle Argantonio, cerca de Santa Justa, donde un amigo la dejó tras pasar la tarde en Triana.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, explicó ayer que la Policía Nacional no descarta ninguna hipótesis, incluida la desaparición voluntaria, pero hasta el momento no se ha obtenido ningún resultado "determinante" del análisis de su ordenador y sus diarios, aunque sirven de "ayuda".

López Garzón indicó que dos agentes de refuerzo del grupo de Homicidos de la Brigada Central de Madrid, especializados en desaparecidos, han viajado hasta Sevilla para ayudar a los grupos de Menores y Homicidios. También se ha alertado ya a la Guardia Civil y a todos los efectivos de la Policía Nacional de Andalucía, e incluso se está trabajando con medios aéreos, según comunicó ayer a la familia el comisario provincial de Sevilla, Juan Rojo.

"Están abiertas todas las hipótesis, no hay ninguna que predomine sobre otra: puede ser una desaparición involuntaria, pero tampoco se puede descartar que fuera voluntaria", señaló el delegado, que insistió en que continúe la colaboración ciudadana, ya que cualquier información, aunque parezca "un detalle trivial o nimio, puede aclarar lo ocurrido".

Pero fuentes policiales confirman que a cada hora descienden las probabilidades de que se trate de una chiquillada y de encontrarla sana y salva. La mayoría de las despariciones de chavales, más del 80%, se resuelven en las primeras 48 horas porque suelen ser fugas y los niños terminan volviendo por sí solos. Luego las posibilidades van bajando, aunque las autoridades insisten en que aún puede haber un final feliz.

El delegado del Gobierno recalcó ayer que comparte la "zozobra, inquietud y preocupación" de la familia, y en que la Policía Nacional está actuando "desde el momento en que tuvo la información" de la desaparición, cuando se puso en marcha un "importante dispositivo", que la Policía Local completó distribuyendo la foto de Marta entre todos sus coches patrulla. Los allegados de la joven, por su parte, no dejan de pegar carteles por toda la ciudad y sus amigos distribuyen sin cesar el aviso por internet.

"Hay una intensa actividad policial tratando de localizar a Marta, a ser posible sana y salva, y de aclarar luego qué es lo que ha pasado", ha resaltado López Garzón. Se indaga en todas las pistas, incluido el grito que un vecino escuchó sobre las 22 horas del sábado en el bloque donde vive la joven, porque "no se puede descartar nada". Se ha hablado con todos los familiares y amigos, se siguen los indicios que están dando las numerosas llamadas de ciudadanos que, desde toda España, aseguran haber visto a Marta. Y no dejan de saltar los rumores: la familia explicó que anteayer un amigo entró en su cuenta de la red social de internet Tuenti con la clave de la joven, lo que provocó una rápida reacción de la familia y la Policía, hasta descubrir que quien estaba conectada no era ella.

También causó alarma que ella saludara con el mensaje "sicarios, os quiero", hasta que se supo que llama así a dos amigos suyos.

La joven, que mide 1,65 metros, es rubia y tiene los ojos verdes, llevaba vaqueros, jersey crudo, cazadora de pana negra y pañuelo palestino rosa la última vez que fue vista. No tenía más de 10 euros y no cogió tarjetas de crédito ni ropa de abrigo, por lo que su familia no cree que se marchara sola. Desde el principio han negado que tuviese problemas y aseguran que es una niña "dócil" que se lleva bien con sus padres y ni siquiera discutía por la hora de volver a casa.

Pero Javier Casanueva, tío de Marta y portavoz de la familia, dijo ayer que quieren confiar en que eso es lo que pasó. "La Policía dice que por las estadísticas creen que puede haber sido una escapada infantil, o juvenil en este caso, y a eso nos agarramos". Él y el padre de Marta se entrevistaron con el subdelegado del Gobierno, Faustino Valdés, y con el comisario Juan Rojo para pedirles dos cosas: ayuda psicológica, "porque la familia está muy mal y necesita ayuda especializada", y fondos para seguir fotocopiando los miles de carteles con la imagen de la adolescente que grupos de voluntarios están pegando por toda la ciudad. "Nos han dicho que veamos la parte buena, que pensemos que la niña va a aparecer", insistía Javier.

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