Veraneando

Exposición 'Cádiz y el Nuevo Mundo' en Chipiona

El Centro de Interpretación que alberga la exposición abrió sus puertas en 2009 tras las obras de rehabilitación del Castillo. Se compone de cinco salas interactivas para desentrañar el valor de la ciudad de Cádiz

el 28 jul 2014 / 10:00 h.

TAGS:

Centro de Interpretación Cádiz y el Nuevo Mundo. Foto: Laura López Centro de Interpretación Cádiz y el Nuevo Mundo. Foto: Laura López En el rehabilitado Castillo de Chipiona, junto a la Cruz del Mar y a escasos metros del Faro, se encuentra el Centro de Interpretación Cádiz y el Nuevo Mundo, dada su importancia por ser el lugar de donde partieron tres de los cuatro viajes colombinos y también punto de partida y llegada de la primera vuelta al mundo. En su recorrido, la exposición muestra la historia desde la situación de Cádiz previa al Descubrimiento hasta la promulgación de la Constitución de 1812. Una vorágine de acontecimientos que situaron a Cádiz como un punto especialmente estratégico. A lo largo de cinco salas, donde se distribuyen catorce bloques temáticos, es posible ser testigo de la importantísima historia que ha albergado la provincia. El primer bloque muestra a través de paneles gráficos cómo la situación geográfica de Cádiz favoreció las comunicaciones con el Mediterráneo, África y el Atlántico. Las condiciones económicas del siglo XV y los cambios jurisdiccionales que se producen en ese marco son un aspecto fundamental para entender la historia. El segundo bloque expone y resalta mediante el uso de proyecciones y paneles gráficos, el papel jugado por la zona gaditana en los primeros viajes de Colón y destaca el papel que personajes de ascendencia gaditana tuvieron en el descubrimiento y colonización del Nuevo Mundo. Un ejemplo de ello es Álvarez Núñez Cabeza de Vaca que viajó en dos ocasiones a las Américas en 1527 y en 1540; o José Celestino Mutis, que propuso a la corona de España una expedición botánica por el Nuevo Reino de Granada, en 1783 comenzó la andadura que se prolongó unos 30 años. Sus estudios se centraron en Santa Fe, la laguna de Pedro Palo, La Mesa, Guaduas, Honda y alrededores de Mariquita en Colombia. La cuarta etapa plasma la importancia que tuvieron Chipiona y Sanlúcar en la Carrera de Inidias ya que era paso obligado hacia el puerto de Sevilla. A continuación se definen cuáles eran los productos que constituían el comercio con las Indias, las exportaciones como aceite, vino, aguardiente y manufacturas textiles y las importaciones basadas en plata oro, perlas, cacao, tabaco y patatas. El entramado de técnicas empresariales y financieras relacionadas con la navegación y la actividad comercial también tienen cabida en la exposición. Debido a que la zona gaditana era especialmente rica, se convirtió rápidamente en punto de mira para potencias enemigas de la monarquía, esta situación obligó a construir un sistema defensivo que garantizara la seguridad de puertos y costa. La ubicación en la Bahía de Cádiz de la administración del monopolio estatal del comercio con América, destacando hechos puntuales y trascendentales como el traslado de la Casa de la Contratación a Cádiz, el auge del comercio o los cambios jurisdiccionales de varias localidades de la zona se abarcan en este centro. A través de un cubo traslúcido con grafismo y texto interactivo con proyección audiovisual, muestra las modificaciones en cuestiones demográficas sociales o de mentalidad que experimentó Cádiz en estos momentos. También hay espacio para mostrar el desarrollo urbanístico que se generó en la zona, movido por la riqueza obtenida a consecuencia de la actividad mercantil. La construcción de casas palacio o el mecenazgo artístico son cuestiones divulgadas en otro de los bloques. La relación con América impulsó una actividad científica sirviendo de ejemplo el Colegio de Cirugía o la Escuela de Guardias Marinas. El fin del monopolio y de la etapa de prosperidad constituye el escalón final de la muestra. La inestabilidad política, malas alianzas internacionales y la Guerra de la Independencia son algunos de los hechos que llevaron al colapso a muchas empresas mercantiles y financieras que habían estado llenas de prosperidad a lo largo de este periodo. El intento de invasión de Francis Drake fue el primer ataque de fuerzas enemigas en 1587. Se presentó en la Bahía con 26 embarcaciones. No llegaron a desembarcar pero tras hacer huir a las galeras reales echó a pique a 18 barcos y apresó otros seis. El ataque obligó a retrasar la campaña española que pretendía invadir Inglaterra y destapó la vulneralibilidad de la costa. En 1596, Lord Charles Howard penetró la bahía y los galeones reales se fueron hacia los caños, donde los buques de mayor envergadura quedaron embarrancados. Sin oposición naval, el Ejército desembarcó frente al Baluarte del Puntal y desde ahí dividió sus fuerzas en dos direcciones, una hacia el Puente Suazo y otra hacia Cádiz que opuso escasa resistencia y fue tomada. Las autoridades gaditanas negociaron la salida de la población refugiada en el Castillo a cambio de un rescate de 120.000 ducados. Después de saquear la ciudad, los ingleses marcharon llevándose además 42 rehenes por no haber cumplido con el trato de los 120.000 ducados. El 1 de noviembre de 1625, los vigías de Cádiz divisaron un conjunto de buques. Se trataba de una escuadra angloholandesa que venía con la intención de repetir el saqueo de 1596. En esta ocasión, sin éxito. Ya en el siglo XVIII, una flota de nuevo angloholandesa llegó con la firme intención de hacer una demostración de fuerza y con el fin de que el sur peninsular en el contexto de la Guerra de la Independencia abandonara su fidelidad a Felipe V y se decantara por el candidato austriaco al trono de España. Desembarcaron entre las playas de Rota y El Puerto de Santa María, ciudades que fueron tomadas rápidamente junto a Puerto Real, pero fracasaron en la Torre de Matagorda. Este revés llevó a las tropas a abandonar la ciudad después de los saqueos. La armada inglesa con el almirante Jervis y el comandante Nelson estableció un bloqueo naval sobre la ciudad en 1797. El 3 de julio, un bombardero inglés rompía el fuego sobre el Castillo de San Sebastián. Inmediatamente, el fuego y el ruido llenaron la ciudad, obuses y granadas caían sobre la playa de La Caleta sembrando el pánico entre pescadores y habitantes. Cádiz tomó represalias, el enemigo al fin se retiró para poner rumbo a Islas Canarias.

  • 1