Desde siempre sabemos que el flamenco escribe páginas de la historia por donde pasa y más aún desde hace tres semanas cuando recibía al fin el ansiado marchamo oficial de la Unesco que lo distingue como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Obviamente fue una tarjeta de presentación que vale su peso en oro. Pero en ya en el orden doméstico, de 'usuario' internacional y quizá no tan 'intelectualmente universal' nos quedamos con esta grabación que encontramos sin que haya mediado ensayo alguno y encima, como si fuese poco, sin haber conocido la lengua madre del flamenco.
La música y los gestos fueron la única vía de comunicación entre los dos, entre el senegalés Abdelasis, que jamás había escuchado nada del flamenco y el Pájaro cuando improvisaron una alegría por bulerías en el hotel 'Siki' en Saint Louis (Senegal), propiedad de Hay Hernández, el empresario sevillano dueño del histórico pub Antena y del Kiosco del agua, hoy llevando el arte andaluz a Marruecos y Senegal.
Solo observarlo, escucharlo, disfrutarlo y confirmar que fue por "esta universalidad" del arte, el nombramiento de la Unesco.
