El ministro de Fomento, José Blanco, aseguró ayer que el plan de impulso al transporte ferroviario de mercancías, que confió en que movilice 7.512 millones en diez años, no afectará al objetivo de reducción del déficit, lo que será posible gracias a que la mayor parte de las acciones se abordarán en colaboración con la iniciativa privada.
Es el caso de la construcción de terminales logísticas o conexiones ferroviarias con los puertos.
De hecho, según detalló el ministro, estas últimas están incluidas en el Plan Extraordinario de Inversión en Infraestructuras (PEI) que Fomento está a punto de poner en marcha y que pretende movilizar, también junto al capital privado, 17.000 millones en dos años para la construcción de carreteras y ferrocarriles.
Blanco defendió el plan del transporte de mercancías como "una de las reformas estructurales de primer orden que necesita el país" y un "factor determinante" para mejorar la competitividad de España, declaró al término de la Conferencia Sectorial de Transportes en la que consensuó con las comunidades el plan, que tiene el objetivo de convertir a España en una plataforma logística intercontinental.
De la inversión de 7.512 millones que prevé generar, Fomento y las administraciones regionales aportarán 5.154 millones, el 68,6% del total, mientras que se espera que el 31,4% restante (2.358 millones) provenga de la iniciativa privada.
En este sentido, destacó que constituye una oportunidad de negocio para muchas empresas, al revelar que distintas compañías se han dirigido al Ministerio para mostrar su interés en participar en la promoción y gestión de nodos logísticos. El plan se suma como una nueva iniciativa de Fomento para movilizar recursos entre otras administraciones públicas y el capital privado para tratar de compensar el ajuste inversor público.
Entre la batería de actuaciones que contempla, destaca la previsión de que Renfe Mercancías se segregue en varias empresas mercantiles especializadas en tipos de transporte, en línea con la estrategia de otros operadores ferroviarios europeos.
Asimismo, sopesa ceder a empresas privadas líneas ferroviarias en desuso y que no estén incluidas en el mapa básico de transporte ferroviario para que las exploten para transportar carga.
Otra iniciativa pasa por introducir el tren de carga low cost. Para ello, favorecerá las condiciones para que Renfe o un operador privado preste servicios multifrecuencia en un trayecto y reducir los costes de explotación.
