Los principales partidos de la oposición se oponen ya a la futura Ley del Registro Civil -que se encuentra todavía en trámite de enmiendas en el Congreso-, que prescinde de la histórica preferencia del apellido paterno frente al materno y permite que sean ambos progenitores los que decidan el orden de los apellidos, primando en caso de desacuerdo el orden alfabético.
Ayer, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, afirmó que dará "la batalla" con este tema. Igualmente, la presidenta del PP de Aragón criticó que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se dedique a "abrir debates innecesarios". "Tenemos un Gobierno que es muy hábil en lanzar cortinas de humo que distraigan a la sociedad española de los temas realmente importantes y en abrir debates que seguramente no existían".
También, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Saénz de Santamaría, destacó que no ha visto a "nadie" en España preocupado por el orden de los apellidos, a no ser "el señor Zapatero o el señor Rubalcaba que tiran más del segundo apellido que del primero".
También rechazó la propuesta el portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, quien señaló que el cambio en el orden de apellidos que plantea el proyecto de Ley para la reforma del Registro Civil es una "preocupación menor" al lado de la crisis económica, pero sí avisó de que introducir la variable del alfabeto puede traer "consecuencias chuscas". En el mismo sentido, la portavoz de UPyD en el Congreso, Rosa Díez, señaló que la modificación prevista pone de manifiesto el empeño del Gobierno por regular "la vida privada" de los ciudadanos, lo que a su juicio resulta "irresponsable" cuando el país está sumido en una situación de crisis económica.
A pesar de este proyecto, los abogados de familia recordaron ayer que ya con la actual ley los progenitores pueden escoger el orden de los apellidos de sus hijos y alertaron de los posibles problemas que acarreará la futura norma. Así, la abogada Leire Ecenarro del bufete de familia Zarraluqui señaló que la norma que actualmente está en vigor "no es incorrecta" aunque en cierta manera colisiona con la ley de igualdad en el sentido que da preferencia al apellido paterno. "Si realmente se quiere aplicar una medida igualitaria" lo que se debería hacer es, simplemente, eliminar de la ley la prioridad masculina, y que no tenga prevalencia de inicio ni el apellido del padre, ni el de la madre, pero que no sea el orden alfabético el que lo decida. ¿Por qué va a determinar el alfabeto la suerte que yo tengo de llamarme García o Zumalacárregui? sobre todo porque el derecho de la familia no está presidido por este tipo de normas jamás", aseveró.
Quienes sí defendieron la futura ley fueron los miembros del actual Ejecutivo. Así, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, aseguró ayer que defender la preferencia del apellido paterno sobre el de la mujer es "difícilmente compatible con el mandato de igualdad que establece la Constitución Española". También defendió la reforma el ministro de Política Territorial y vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, aseveró que la elección del orden de los apellidos es "un paso más en la igualdad de género que promueve el Gobierno", e instó a los padres "a ponerse de acuerdo y, en caso de que esto no sea posible, se optará por el orden alfabético".
Por último, la presidenta de Fundación Mujeres, Marisa Soleto, celebra que el Gobierno vaya a "flexibilizar" el funcionamiento general del Registro Civil, aunque instó al Ejecutivo a permitir también que las madres solteras puedan inscribir a sus hijos sólo con sus apellidos, ya que en la actualidad se ven obligadas a registrar a un padre, aún cuando éste es desconocido.
