El secretario general del PP andaluz, José Luis Sanz, ayer en rueda de prensa
La interminable situación de interinidad en el PP andaluz parece que llega a su fin. La dirección regional cuenta con desbloquear el relevo de Juan Ignacio Zoido la semana que viene, una vez que se celebre este fin de semana en Valladolid la convención nacional del partido. El momento interno, sin embargo, no puede ser peor. La cumbre popular tiene dos objetivos: dar el pistoletazo de salida a las elecciones europeas de mayo (aún no hay candidato) y vender las reformas del Gobierno de Mariano Rajoy, pero el PP llega roto a esta cita política clave. El PP-A, que cierra filas al cien por cien con las reformas de Rajoy, no cree que los movimientos internos que están sacudiendo a nivel nacional el partido le perjudiquen ni vayan a empañar la ansiada sucesión.
La profunda fractura del ala derecha con Rajoy se ha evidenciado en los últimos días en la marcha de Jaime Mayor Oreja de la lista europea, el plantón de José María Aznar al presidente del Gobierno en la convención, las declaraciones de María San Gil o la huida de miembros del PP (José Ortega Lara y Vidal-Quadras) a la nueva formación Vox. Para el secretario general del PP andaluz, José Luis Sanz, todos, menos la decisión de Mayor Oreja de no repetir como cabeza de cartel, son movimientos oportunistas. Nadie es imprescindible en el PP y quien se lo crea tiene un problema, sentenció Sanz. El número dos del partido, que llevaba casi dos semanas sin comparecer en rueda de prensa, se enfrentó a un buen puñado de preguntas sobre la sucesión andaluza. El alcalde de Tomares es, a priori, el aspirante con más opciones y es la apuesta de Zoido, a pesar del caso de presunta malversación y prevaricación que sacude a su ayuntamiento. Sanz confirmó que el líder del PP andaluz y Rajoy, que es quien tiene la última palabra sobre el relevo, vienen manteniendo una relación y conversaciones muy fluidas en los últimos días y aseguró que una vez que pase la convención nacional todo estará más claro. Creo que el momento debe ser tras la convención nacional, insistió. Eso dicho por alguien de perfil tan discreto como José Luis Sanz se traduce en que la próxima semana habrá fumata blanca. Todo parece indicar que en unos días se celebrará la Junta Directiva Regional que será la encargada de convocar el congreso extraordinario. El cónclave no da tiempo a que sea antes de marzo pero en el momento en que se convoque la Junta Directiva se desvelará el candidato a la Junta y nuevo presidente del partido. Aunque se ha especulado con la posibilidad de que ambas responsabilidades sean ocupadas por personas distintas, el secretario general fue tajante: Se tratará de la misma persona. En el PP-A la presidencia y la candidatura autonómica siempre han sido un pack y otra cosa no funcionaría, admiten fuentes del partido.
El modelo, por tanto, está claro, a expensas de resolver la principal incógnita: el nombre del elegido. Aunque Sanz afirmó que se está hablando con los presidentes provinciales, lo cierto es que en todo este tiempo no ha habido una reunión de los ocho con la dirección regional. La descoordinación es palpable, sobre todo tras las informaciones locales que daban por hecha la salida del alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, para ocupar un puesto clave en la nueva dirección, posiblemente el de secretario general si Sanz, a quien le une una gran amistad, fuera designado nuevo líder. El número dos del PP-A lo negó ayer categóricamente: No le he ofrecido nada a Fernández de Moya ni éste me ha manifestado que quiera salir del ayuntamiento cuanto antes, señaló. Es más, se atrevió a afirmar que los ocho alcaldes de las capitales deberían repetir en 2015. Yo se lo he dicho a todos, no sólo a uno. El PP-A tiene ocho alcaldes con unas mayorías absolutas considerables que han demostrado una buena gestión.
