Deportes

Teixeira inunda Nervión de indignación

El Sevilla cae ante el Barcelona con escándalo arbitral y numerosas ocasiones de gol desperdiciadas.

el 09 feb 2014 / 20:06 h.

SEVILLA-BARCELONA 13-14Lo que no puede ser, no puede ser  y, además, es imposible. Porque imposible es ganar a un adversario como el Barcelona, plagado de superestrellas que convierten esta Liga prácticamente un paseo para él y que, también, es capaz de quitarse de encima sus escasos marrones recurriendo a futbolistas de la talla de Leo Messi. Dos zarpazos del argentino liquidaron al Sevilla después de que José Antonio Teixeira Vitienes, árbitro del encuentro, dejase el camino expedito a los azulgranas. Teixeira, sencillamente, inundó Nervión –donde el sevillismo se volcó pese a la lluvia y el viento– de indignación. No fue para menos. El resultado final (1-4), inflado tras el descanso, no reflejó los méritos del Sevilla, superior al Barcelona hasta que el colegiado entró en acción. El equipo de Unai Emery salió al campo con valentía, arrojo y garra, ingredientes que sirvieron para poner en serios apuros al conjunto del Tata Martino, nervioso e incapaz de controlar el juego. Presionando arriba y dejándose la piel en cada esfuerzo, el Sevilla se marchó al descanso con el marcador en contra por culpa del lamentable arbitraje de José Antonio Teixeira, primero, y un mal repligue defensivo, después. En pleno recital de desaciertos, el colegiado dio por bueno un cabezazo de Alexis –ay, Beto– cuando el chileno y Piqué se encontraban en fuera de juego en el saque de una falta (33’). Ver para creer que ni Texeira ni su asistente señalaran la posición antirreglamentaria de hasta dos futbolistas. calibarcaAlexis empató, de esta guisa, un encuentro que el equipo de Emery comenzó ganando gracias al gol de Alberto Moreno (14’). El canterano enganchó la pelota tras una gran jugada de Rakitic que tocó Vitolo ántes de que Bartra desviase el disparo y despistara a Valdés. Lejos de conformarse, el Sevilla fue a por el 2-0. Volcado, pudo encarrilar el encuentro de no haber sido porque el poste repelió un balón cabeceado por Bacca tras una falta que sacó Rakitic (20’). Mala suerte. Kevin Gameiro, a quien Emery había situado cayendo a banda derecha –Reyes no jugó un solo minuto– y el croata también tuvieron ocasiones muy claras; en especial, Rakitic, quien disparó desviado tras una acción del colombiano. El buen trabajo, sin embargo, se fue al garete a raíz del empate. Por si fuera poco, Teixeira perdonó la segunda cartulina amarilla a Song cuando éste había golpeado la pelota con la mano. Ocurrió justo antes de que Messi –esa fiera dormida a la que Emery no quería despertar– dijo aquí estoy yo. El argentino aprovechó un contragolpe y un claro desajuste defensivo local para la vuelta al partido (43’). ERRORES PROPIOS. En la segunda parte, el Sevilla salió con el mismo ímpetu. Vitolo, Bacca y Gameiro tuvieron el empate en sus botas, pero ninguno de los tres fue capaz de batir a Valdés, espectatular sobre todo al interceptar un disparo del colombiano cuyo rechace no supo aprovechar el francés con todo a favor. Teixeira hizo mucho daño, sí, pero también el conjunto de errores propios de un Sevilla que poco a poco fue pagando su enorme esfuerzo físico, dejó huecos y acabó roto. Y todo ello ante un futbolista que, con permiso de Messi, estuvo por encima del resto: Iniesta, magistral. Mientras el Sevilla peleaba incluso contra sus propias carencias, Messi sentenció la contienda tras una gran acción del internacional español, dueño del partido en la segunda parte. Ya en la recta final, Cesc, protagonista siempre en el Sánchez-Pizjuán, hizo el definitivo 1-4. Demasiado castigo para un Sevilla que no mereció perder de esta forma ante una afición que, sencillamente, estuvo de diez. Sevilla 1-4 Barcelona Footyroom.com por footyroomcom

  • 1