El secretario general del PSOE de Andalucía, José Antonio Griñán, se encomienda el papel de bombero para contener el fuego que, desde enero, se reactiva en el seno de los socialistas sevillanos cada vez que se aproxima un congreso. Ya lo hizo entonces, cuando la agrupación más fuerte del país se fracturó entre los partidarios de Alfredo Pérez Rubalcaba y los de Carme Chacón; y meses después, cuando impuso su criterio en una lista al Parlamento andaluz que previamente había desatado tal batalla que acabó con la dimisión del secretario provincial del PSOE José Antonio Viera. Esta vez, Griñán volvió a apaciguar los ánimos y defendió que su aún número dos, Susana Díaz, puede optar "sin ningún problema" a la Secretaría General del PSOE de Sevilla, respondiendo así a voces críticas que cuestionaban tal decisión por ostentar el cargo de consejera de Presidencia.
Griñán apeló a que cuando Susana Díaz sea candidata "no tendrá ninguna responsabilidad orgánica" y, por tanto, no caben las dudas planteadas primero por el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano; y sobre todo por el expresidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla, que pidió su dimisión por ser "empleadora directa" de delegados socialistas a los próximos congresos.
Más allá de ese debate, Susana Díaz sigue sin perder el tiempo y, mientras los críticos aguardan al final del congreso regional para presentar como alternativa al alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones, ésta se esmera en demostrar con firmas que es poseedora de la mayoría. Tras presentar los avales y enarbolar un manifiesto firmado por 26 dirigentes de la provincia, su entorno sacó ayer a relucir la adhesión a su causa de 50 de los 61 alcaldes socialistas de Sevilla. Esta cifra, pese a ser relevante, no es nueva, sino que forma parte de los fieles aliados con los que contaba el sector oficialista hace un mes, cuando el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, se ofreció para encabezar la delegación sevillana al congreso regional de Almería. La única incorporación ha sido la de la alcaldesa de Benacazón, Juana María Carmona, que antes también avalaba al sector oficialista, pero estando en la oposición.
La novedad se encuentra, más que en los apoyos -que prácticamente no han variado-, en la petición, formulada por Villalobos, de que los alcaldes sevillanos se hagan un hueco en la dirección regional. Así se lo ha hecho llegar a través de un escrito el presidente de la Diputación, que encabeza al sector oficialista del PSOE de Sevilla en el congreso regional. Además, propuso a Griñán que fije el papel que deben asumir los municipalistas.
Todo esto, lista incluida, entra dentro del juego político por atribuirse la bandera del municipalismo. Susana Díaz lo planteó en su manifiesto, pero también asumen ese mensaje como propio el sector crítico, que lleva tiempo trabajando para que, por vez primera, sea un alcalde el que asuma la Secretaría General del PSOE de Sevilla. El elegido es Antonio Gutiérrez Limones, alcalde de Alcalá de Guadaíra, que sólo está a falta de hacer oficial su candidatura, algo que no se formalizará hasta después del congreso regional. La idea está en evitar que, como en anteriores procesos, el debate se direccionara en torno a estar o no con Griñán. "Nadie cuestiona su liderazgo", defienden desde el sector crítico, en el que se encuentran los alcaldes de núcleos con mayor peso poblacional (Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, La Rinconada, Morón de la Frontera o Coria del Río), además de un grupo de militantes de las distintas agrupaciones de la capital.
